Málaga

El niño trasladado a Barcelona desde Málaga conectado a un corazón artificial necesita un trasplante pulmonar

  • Fue el primer traslado en helicóptero medicalizado de un menor, conectado a un corazón y un pulmón artificial

  • El caso ha permitido dar una segunda oportunidad al pequeño

  • Durante el vuelo le hicieron ocho analíticas por si había que hacer cambios por la altitud

Traslado del menor en helicóptero desde Málaga a Barcelona

Traslado del menor en helicóptero desde Málaga a Barcelona

Para los profesionales fue un reto y una ilusión: llevar de Málaga a Barcelona a un niño conectado a un corazón y pulmón artificiales. Y han hecho historia en la sanidad: es el primer traslado de un paciente pediátrico en helicóptero con circulación extracorpórea de España. Fue el pasado jueves 30 de enero. El pequeño, de tres años, estaba ingresado en la UCI del Materno y fue derivado al Vall de Hebrón para un complejo trasplante pulmonar. En el dispositivo participaron una veintena de profesionales del hospital malagueño, así como del 061 y del helicóptero de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (Epes).

“Ha sido el primer traslado en ECMO [como se llama el pulmón y corazón artificiales] pediátrico aéreo en Andalucía y el primero nacional pediátrico en helicóptero. El equipo lo ha constituido un intensivista pediátrico, una enfermera de la UCI de Pediatría, un perfusionista y un cirujano cardiovascular, además del equipo propio del helicóptero”, apunta el jefe de Urgencias de Pediatría del Regional, Guillermo Milano. El dispositivo se hizo en coordinación con el hospital catalán y con el 061.

El jefe de sección de la UCI pediátrica, José Camacho, señaló que “la única opción para el traslado era iniciar terapia ECMO, es decir, un soporte de pulmón y corazón artificial”.

El vuelo debía partir del helipuerto del Clínico. El día anterior, algunos miembros del equipo se desplazaron allí para ver la aeronave. “Este caso ha requerido de mucha planificación. Antes vimos cómo hacerlo, dónde ponerlo, nuestra disposición en el interior del helicóptero. No se podía improvisar”, explica el perfusionista Juan Carlos Santos.

Parte del equipo que realizó el traslado. Parte del equipo que realizó el traslado.

Parte del equipo que realizó el traslado. / M. H.

El vuelo duró poco más de cuatro horas. Hicieron una primera etapa hasta Alicante. Allí pararon a repostar y reanudaron el traslado. Durante el trayecto tuvieron que ir haciéndole análisis para asegurarse que su oxigenación era correcta. “De Málaga a Alicante alcanzamos los 5.000 pies, aunque más tarde nos mantuvimos a 1.500. Dependiendo de la altura, puede aumentar o disminuir la oxigenación del paciente, por lo que hicimos ocho analíticas desde que salimos y hasta que llegamos para ver si era necesario variar los parámetros ventilatorios”, comenta Santos.

La ECMO sustituye el corazón y el pulmón en pacientes muy graves. Mientras están conectados es tiempo que se gana para intentar su recuperación. El intensivista Antonio Morales explica que el traslado fue un reto: “No sólo para los que nos montamos en el helicóptero, sino para todos. Ha sido una experiencia gratificante, pero muy intensa por la complejidad del caso”.

La enfermera de críticos Cristina Arcos también muestra su satisfacción por el hito alcanzado: “Que todos fuesen exitosos fue un reto y que el paciente llegase en circunstancias óptimas, un orgullo”.

El cirujano cardiovascular infantil Francisco Vera participó en el dispositivo por si surgía alguna complicación. “El traslado se llevó a cabo sin ninguna incidencia, se notaba que se habían estudiado muy bien las necesidades y posibles problemas durante el transporte”. Gracias al trabajo de todos estos profesionales, el niño puede tener una segunda oportunidad.

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