Las nuevas tarifas del agua de Málaga, pendientes ya sólo del visto bueno de la Junta

El Ayuntamiento de Málaga ha terminado el procedimiento administrativo previo a que las nuevas tarifas del agua diseñadas por la Empresa Municipal de Agua de Málaga (Emasa) pasen por el que será su último trámite. La Junta de Andalucía será ahora la que deba dar el visto bueno al nuevo sistema tarifario, que se acordó hace unos meses con todos los grupos políticos municipales y las tres principales asociaciones de consumidores tras las críticas que originó el anterior.

Con la publicación ayer en el Boletín Oficial de la Provincia de Málaga (BOP) del texto íntegro del reglamento de la abastecimiento de agua potable y de saneamiento y depuración, el siguiente paso será que las tarifas reciban luz verde por parte del Gobierno autonómico para que el Consistorio pueda aplicarlas a partir del 1 de enero de 2017.

Tras meses de trabajo conjunto entre los partidos políticos -PP, PSOE, Málaga Ahora, Ciudadanos y Málaga para la Gente- y las asociaciones de consumidores UCE, Facua y Al-Andalus, el primer paso dado por las nuevas tarifas del agua en el largo procedimiento administrativo fue su aprobación por parte del consejo de administración de Emasa el pasado mes de abril. Sólo unos días más tarde, y tras pasar también por la Junta de Gobierno Local y la Comisión de Economía y Hacienda, el Pleno del Ayuntamiento de la capital las aprobó con carácter provisional y, al no haberse recibido ninguna alegación, se dieron por definitivas.

Ahora, el Ayuntamiento de Málaga calcula que la aprobación por parte de la Junta de Andalucía podría prolongarse durante tres o cuatro meses, por lo que daría tiempo a comenzar aplicarlas coincidiendo con el inicio del nuevo año.

La principal novedad de la tarifa finalmente acordada es que el consumidor doméstico con contrato individual verá reducida su factura si su consumo se mantiene dentro de los tres primeros bloques y solamente los que gasten por encima de los 5 metros cúbicos por persona serán penalizados en la factura bimensual que reciban. Los malagueños que menos consuman serán los más beneficiados por el nuevo sistema tarifario, ya que el precio del bloque uno que contempla consumos mensuales de hasta 2.000 litros por habitante se reducirá un 8%, un 6% en el caso del bloque dos que mantiene el tope hasta los 3.000 litros y un 3% de disminución si el gasto se mantiene entre los 3.000 y los 5.000 litros.

Otro de los aspectos que se han acordado dentro del nuevo modelo, diseñado después de las críticas suscitadas por la implantación en 2013 de un sistema que facturaba en función del número de personas empadronadas en una vivienda, es establecer una tarifa de bloque único para los contratos colectivos, los llamados totalizadores, para poder aplicar la tarifa por habitante en este tipo de contratos.

En cuanto al fondo social de Emasa, la principal novedad es que se amplia de 300.000 a 500.000 euros y podrán acceder a él las familias con necesidades acreditadas por el Servicios Sociales del Ayuntamiento, para hacer frente tanto al pago de las facturas corrientes como de las deudas atrasadas.