El futuro de los Baños del Carmen y su eterna promesa de restauración tiene nuevos protagonistas. Al menos en la parte privada. La sociedad concesionaria del espacio, Parque Balneario, cambia de manos después de que los hasta ahora máximos accionistas de la misma, Acha y Vera, hayan vendido su participación a un grupo de empresarios encabezados por el ex concejal del Ayuntamiento de Málaga José Luis Ramos, y del que forman parte también la sociedad Torremonte Capital, vinculada a la familia Van Dulken, y empresarios como Damián Caneda (hijo el ex concejal Damián Caneda) y Alberto Yarte.

El sentido de la operación, adelantada ayer por el diario El Mundo, fue confirmado ayer por el ex edil del PP, que desde hace algunos meses explota comercialmente el restaurante instalado en el antiguo balneario. La intención de Ramos pasa por impulsar el proyecto de regeneración de un enclave histórico de la capital de la Costa del Sol. "Estamos dispuestos a colaborar; a disposición de las administraciones", aseguró ayer el empresario malagueño, que subrayó la necesidad de acometer una importante labor de regeneración de la zona.

Ramos, no obstante, sí precisó que la pretensión de los nuevos concesionarios no pasa por plantear usos privativos en la parcela, a excepción del propio negocio de restauración. Preguntado sobre las exigencias marcadas hasta la fecha por la Dirección General de Costas para mantener activa la concesión, que incluye el pago por adelantado de cerca de 2,5 millones de euros para ampliar en treinta años la explotación del recinto, el ex concejal fue claro: "Meterme aquí para enrocarme no tiene sentido, vengo asumiendo lo que hay".

Es decir, que estos empresarios parecen dar el paso con a intención de responder a las exigencias planteadas por la Administración central. En cuanto al proyecto a desarrollar, abundó en que eso dependerá de lo que determinen las dos instituciones implicadas: el Ayuntamiento, de un lado, y Costas, de otro. Ambas administraciones llevan meses dando forma a un plan de intervención alternativo al aprobado en 2010, que elevaba la inversión a materializar en unos 13 millones de euros.

Asumido lo elevado de este coste en el escenario actual, la actuación prevé modificaciones de cierta consideración para rebajar hasta casi la mitad el montante económico. Del mismo, Costas pretende financiar una parte con el pago adelantado del canon de los concesionarios, cifrado en 2,5 millones. El resto tendrá que ser aportado por la propia Administración central.

Una vez materializado el cambio de manos de la sociedad Parque Balneario Nuestra Señora del Carmen, es de esperar una nueva toma de contacto entre los privados y los responsables de la Demarcación de Costas en Málaga. Fuentes de este último organismo mostraron su disposición a sentarse a la mesa para abordar un posible acuerdo que permita extender la actual concesión administrativa. Ello se produce después de que el pasado mes de agosto el jefe del organismo en la provincia, Ángel González, remitiese a la Dirección General de Costas una petición para abrir el procedimiento de rescate de la concesión, procedimiento aún no iniciado, dado que está a la espera de que sea firmado por el director general del ente.

Ramos explicó a Málaga Hoy que en los meses transcurridos desde que asumió la explotación del restaurante se ha ido ilusionando con el proyecto de regeneración del enclave. "Me gusta y creo que para cualquier malagueño es emblemático; estando dentro, cada vez te enganchas más", señaló, a lo que añadió: "Como malagueño me siento un poco con la obligación de dar una solución, tras veinte años de tira y afloja... Si puedo ayudar y estoy abierto; debe ser un proyecto de la ciudad de Málaga".