El obispo de Málaga, Jesús Catalá, no está dispuesto a que la Iglesia termine pagando el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) sobre los edificios que posee como apuntan algunas voces. El prelado de la Diócesis de Málaga dijo ayer que "no tiene sentido" pronunciarse acerca de la polémica que, en su opinión, se trata, de "una corriente que ha aparecido por parte de unos políticos y de algunos medios de comunicación".

Al respecto, señaló que el tema planteado para que la Iglesia pague el impuesto de sus inmuebles "a mi modo de ver está mal planteado", ya que se refirió a que existe una Ley de Mecenazgo de 2002 y "cuando la instancia correspondiente a la que le toque modificar esta normativa lo haga ya se verá". El obispo de Málaga rehusó a dar una respuesta más concreta su postura al respecto del debate creado y que en el caso de la capital derivó incluso en la presentación de una moción por parte de los grupos municipales de PSOE e IU en el Ayuntamiento en la que se pedía que se promoviera una modificación de los acuerdos entre el Estado español y el Vaticano de manera que la Iglesia católica pague el IBI de los edificios no dedicados al culto. El equipo de gobierno del PP rechazó la propuesta presentada en la comisión de Economía.