Obituario | Damián Caneda, ex concejal y empresario

El empresario que siempre hizo gala del servicio público

  • Muere a los 65 años como consecuencia de un cáncer que le fue diagnosticado hace algo más de un año

  • Fue diputado nacional, senador, concejal, empresario y deportista

Damián Caneda.

Damián Caneda. / Javier Albiñana

"Sigo amando a Málaga y la veo como una ciudad maravillosa y con unas expectativas magníficas, tenemos todos que sumar para hacerlo bien, pero se puede hacer desde la vida civil igual que desde la vida política". Este fue uno de los mensajes que Damián Caneda pronunció el mismo día en que dimitió como concejal, resumen fiel de la particular ideología con la que entendía la siempre delicada y a veces difusa relación entre política y la vida real. Damián Caneda murió ayer. Lo hizo a los 65 años de edad tras no superar el cáncer que le fue diagnosticado hace poco más de un año.

A pesar de su ir y venir entre lo público y su vida como empresario, su trayectoria política fue prolija. Licenciado en Ciencias Políticas y Económicas por la Universidad de Málaga y máster en Finanzas y Alta Dirección de Empresas, fue diputado nacional entre 1996 y 2000 y senador desde 2000 a 2008. Su paso por la Casona del Parque, entre 2011 y 2014, estuvo marcada por no pocas desavenencias con el alcalde, Francisco de la Torre, en asuntos varios. Cuando se le preguntó por estas discrepancias, fue fiel a su máxima de hablar siempre claro: "Yo siempre estoy discutiendo continuamente con quien estoy trabajando".

Fue un personaje díscolo dentro del equipo de gobierno del PP, generando cierta controversia en el seno del grupo. No tuvo pelos en la lengua cuando calificó de "mamotreto" el modelo de chiringuito propuesto por la aún concejala Teresa Porras. Ni tampoco cuando criticaba la "lentitud" con la que funcionaba el Ayuntamiento. "Algo que cualquiera piensa que se hace en quince días aquí puede tardar seis meses o un año", afirmaba con un tono de pesar quien hacía de "la eficacia y la eficiencia" dos objetivos permanentes.

Al poco de conocerse el fatal desenlace se sucedieron las voces de reconocimiento a su figura. No sólo de aquellos que políticamente le eran más cercanos, como el presidente de la Junta de Andalucía, el popular Juan Manuel Moreno Bonilla, o del alcalde, Francisco de la Torre, sino de aquellos con los que confrontó sus ideas en el plano político. Ejemplo de ello fue Eduardo Zorrilla, portavoz de Adelante Málaga, que coincidió con el ex edil de Cultura, que se mostró "consternado" y le destacó como "un político capaz y, sobre todo, un hombre honesto".

Los numerosos mensajes conocidos durante la jornada coincidían en reconocer la valía personal y profesional de Caneda. “Un hombre educado, vibrante y apasionado con los proyectos que emprendió”, decía María Gámez, ahora subdelegada del Gobierno y que la etapa municipal de Caneda era portavoz socialista. El también socialista Miguel Ángel Heredia, ahora en el Senado, recordó la etapa que compartió con él en el Congreso, destacando que era un político "de palabra".

El reconocimiento en el seno del PP fue extenso. El presidente andaluz habló de él como "compañero y amigo", reconociendo su valía como empresario y deportista, que "estuvo comprometido con la gestión pública". Y el regidor malagueño, abundó en ello. "Su entusiasmo, entrega y amor por Málaga serán inolvidables", dijo.

Desde El Balneario, restaurante de los Baños del Carmen que estuvo gestionando en los últimos años de su vida, se destacó la lucha de Caneda por la recuperación de los uno de los enclaves históricos de la ciudad. Un proyecto empresarial en el que estuvo acompañado desde el inicio por el también ex concejal José Luis Ramos.

"Era un gran amigo; no puedo definir de otra manera lo que siento por él", expresaba pocas horas después de conocerse su fallecimiento. En la conversación destacaba el vínculo que les unía desde hacía 35 años. "Los dos entramos juntos al PP; nos conocimos porque sus hijos y los míos estaban en la misma clase, en el Liceo Francés", rememoraba emocionado.

Una muestra de lo amplia que su labor en vida fue la variedad de escenarios desde los que surgieron las palabras de reconocimiento. Del espacio institucional, al cultural. El Museo Thyssen recordó su etapa como uno de sus patronos, mientras que el Museo Ruso habló del él como "figura imprescindible de la cultura malagueña". También lo mencionaron el Festival de Cine, el Teatro Cervantes... Y al deportivo. Caneda fue antes que político, jugador del primitivo Caja de Ronda. Un alero anotador de 1,94 metros que ayer encontraba una mención del Unicaja de Baloncesto.

Damián Caneda, nacido en Larache, Marruecos, en 1954. Un apasionado de la vida, un optimista consagrado al emprendimiento. Quienes lo conocieron hablan de un hombre sincero, apasionado, entregado a los nuevos retos y leal consigo mismo.

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