El sexo oral es uno de los factores de riesgo para el cáncer de garganta
Médicos aclaran que tienen mejor evolución y respuesta al tratamiento que otros tumores
Los cánceres de cabeza y cuello están causados principalmente por el tabaco y el alcohol. Desde hace unos 30 años, los oncólogos venían observando un descenso global de estos tumores por la reducción de ambos consumos. Y sin embargo, advertían también un incremento del cáncer en un subgrupo concreto -el de amígdalas y base de la lengua-, sobre todo en jóvenes que ni fumaban ni bebían.
Los especialistas se pusieron a investigar y comprobaron que, por ejemplo, mientras en 1970 solo el 20% de los pacientes con cáncer de amígdalas tenían el virus del papiloma humano, en 2004 ese porcentaje superaba el 65%. La conclusión no se hizo esperar: el sexo oral es un factor de riesgo más para desarrollar un cáncer de garganta. El incremento se achaca al cambio de los hábitos sexuales.
Según se informó en el XIII Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) -que hasta mañana reúne en Málaga a más de 1.000 profesionales-, la infección del virus del papiloma humano (VPH) está aumentando la incidencia del cáncer de orofaringe (amígdalas y base de la lengua). En España, aproximadamente el 20% de esos tumores está asociado a la infección por VPH, aunque la tendencia es al alza. En Estados Unidos y Suecia, el virus es el responsable de entre el 70 y el 90% de los casos.
La oncóloga del Hospital Clínico Bella Pajares aclara que hay otros factores que influyen como el número de parejas sexuales, el inicio temprano de las relaciones y el tener los anticuerpos del VPH.
Además, insiste en que "no hay motivo de alarma" ya que recuerda que 9 de cada 10 mujeres mayores de 50 años han estado en contacto con el virus y no por eso desarrollan la enfermedad.
Incluso la oncóloga hace hincapié en que los tumores de orofaringe asociados al virus del papiloma humano tienen hasta "tres o cuatro veces" mejor pronóstico que los causados por el tabaco o el alcohol.
Muchos de estos aspectos ya se conocían. Lo nuevo es una investigación realizada por el Hospital Clínico, en el que Pajares es la investigadora principal y que -tras estudiar a 90 pacientes- ha demostrado mejores resultados cuando estos tumores son tratados con radioterapia y una vacuna que con el tratamiento estándar, que combina quimioterapia y radioterapia. La importancia del trabajo científico es que abre nuevas vías para el tratamiento de esos pacientes, minimizando la toxicidad y los efectos secundarios del arsenal terapéutico empleado hasta ahora.
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