Unos padres denuncian que la funeraria perdió las cenizas de su hija

Creen que quemaron el cadáver junto con el de otra persona y que no reconocieron el error

Celina Clavijo Málaga

03 de junio 2016 - 01:00

"Quiero las cenizas de mi hija. LLevo dos años de sufrimiento. Hay noches en que no duermo, necesito una respuesta". Sandra y su marido, vecinos de Estepona, mantienen viva una lucha para conseguir los restos de la pequeña Claudia, que la funeraria, según el testimonio de la madre, nunca les llegó a entregar. Su teoría es que los responsables de la incineración quemaron el cadáver junto con el de otra persona y que no fueron capaces de reconocer el error. Los padres exigen que los culpables "paguen por lo ocurrido". "Era el cuerpo de mi hija", se lamenta.

La mujer dio a luz a la niña sin vida el 1 de abril de 2014. "En la 40ª semana de embarazo, la perdí. Nació muerta, pero tenía que parirla. No era un feto, pesaba más de 4 kilos. Como no podía gastarme 500 ó 600 euros en enterrarla, decidí incinerarla y traerme las cenizas. Nos dijeron que no había problema. La vi por última vez en el paritorio", relata la progenitora.

Unos días después, la pareja reció una llamada de la funeraria Grupo ASV para que acudieran a la incineración en Manilva. "Habíamos quedado el 11 de abril a las 10:00. A las 9:00 llamaron a mi marido y le dijeron que no teníamos que ir porque un bebé suelta pocas cenizas", asegura Sandra. No pensó, reconoce, "que fueran a engañarlos de esa manera". Desde entonces, han sido varias las informaciones contradictorias que la familia ha recibido.

En el hospital le indicaron que el cuerpo de la pequeña se retiró el día 9, mientras que la funeraria mantiene, según Sandra, que lo hizo 48 horas más tarde. Los progenitores denunciaron los hechos el 24 de septiembre. Nunca obtuvieron respuesta. El pasado mes de marzo, en el juzgado le informaron de que se archivó un día después de interponerla. Esta semana contactaron de nuevo con la funeraria, desde donde, explica la madre, le han llegado a decir que el padre renunció por escrito a las cenizas de su hija, algo que ellos niegan. Este periódico intentó contactar con la empresa pero no lo consiguió.

Sandra tiene otra niña de 5 años, a la que hace seis meses le dio un hermano, pero insiste en saber dónde están las cenizas de Claudia. Con su lucha, además, pretende evitar que ninguna familia vuelva a pasar por este trance.

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