Un partido de fútbol pasado por barro

Vecinos de la localidad malagueña de Mollina, en su mayoría jóvenes, disputaron ayer un torneo de fútbol en un terreno de juego de fango que hace que se llenen de barro hasta la cintura, en una actividad popular donde prima la diversión antes que la competición.

Se trata de un deporte que el concejal de Deportes, Miguel Carrión, ideó una madrugada, mientras dormitaba en el salón de casa: "entre sueño y sueño vi en la tele que en un país asiático estaban jugando al fútbol en un campo embarrado y pensé que en Mollina también podía hacerse".

Así, en la explanada frente al polideportivo de la localidad, se ha llenado de agua una superficie de tierra, la cual se fue removiendo para crear el campo de fútbol-fango donde se desarrolla la segunda edición del torneo. "El año pasado ya fue todo un éxito, la gente se llenó de barro hasta las cejas, pero es el ingrediente que hace que te diviertas, ya que todo el que juega está predispuesto a mancharse", indicó Carrión.

El concejal afirmó que no es nada fácil jugar a esta modalidad futbolística, ya que la presencia de fango hace que el balón se frene mucho y que, además, los jugadores puedan quedarse clavados en el suelo."Pero la dificultad también hace que la gente se ría mucho", matizó el edil.