El pasado yesero del paseo más burgués de Málaga

LO que hoy es el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso era conocido como Peñón del Morlaco a principios del siglo XX. Se trataba de un terreno montuoso, muy irregular y accidentado, que caía al mar dejando una estrecha franja por la que discurría el camino hacia El Palo, que luego seguía por la costa hacia Vélez-Málaga y Almería.

Apenas una escollera separaba en aquella época el mar de la vía de ferrocarril que se había construido en 1889 para transportar la piedra extraída de la cantera de San Telmo con destino a las obras de ampliación del puerto de Málaga. Pero hacia 1903, año en la que se hizo la foto, ya estaba en desuso por lo que se interesó por su adquisición la compañía del ferrocarril suburbano que se dirigía hasta Vélez-Málaga y que la compró en 1906.

El origen del nombre del Morlaco no está claro. El historiador malagueño Víctor Heredia asegura que "algunos creen que procede de que en la parte más elevada se criaba ganado vacuno, y otros piensan que puede derivar de la forma de las rocas que en este lugar llegan hasta el mar". Lo que sí se sabe es que desde muy antiguo se explotaban aquí unas canteras de yeso, un material cálcico ampliamente empleado en la construcción.

La extracción de yeso en las rocas de El Morlaco se desarrolló al menos desde finales del siglo XVIII y parece que se mantuvo hasta mediados del siglo XX. También se instaló un ventorrillo junto al camino de Vélez que fue dando origen a un pequeño caserío habitado por los trabajadores de la yesera, que es el que se ve en la imagen.

En paralelo a la vía del ferrocarril y en un nivel algo más elevado, se extendía el mencionado Camino de Almería, por donde discurría el tranvía hacia El Palo, que en los primeros años del siglo pasado aún no había sido electrificado, señaló.

Desde este punto partía también el llamado Camino de la Desviación, que fue construido a finales del siglo XIX como vía provisional para el antiguo Camino de Almería o de Vélez, con el objetivo de evitar el paso junto a la cantera de la Torre de San Telmo, situada a la altura de los actuales Baños del Carmen. El uso de la piedra de esta cantera para las obras del puerto implicaba voladuras frecuentes que hacían peligroso ese tramo de la carretera de Almería, por lo que se preparó un camino alternativo que con un trazado muy sinuoso ascendía hacia los montes que forman la cornisa de esta parte de la ciudad y bajaba más adelante hasta Pedregalejo. Ya a principios del siglo XX se convirtió en una calle, en la que se construyeron varias villas lujosas habitadas por familias distinguidas.