Viajar andando entre Ronda y Marbella es posible desde ayer. Una vez que quedó abierta la recuperada vía pecuaria Puerta Verde, que con un recorrido de 42,6 kilómetros entre bosques de encinas, alcornoques o pinos, y cruzando el Parque Natural Sierra de las Nieves, ofrece a los amantes de la naturaleza y el senderismo un viaje donde se plena la belleza natural con el pasado y la historia de este extenso territorio. Fue el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Juan José Díaz Trillo, en que dio por abierta la ruta con un categórico "pasen y vean". Tras ello, el alcalde de Ronda, Antonio Marín Lara, aseguró que "no hay mejor forma para unir a dos ciudades que con esta vía".

A lo largo del camino, calificado como de dificultad media, se pueden encontrar una enorme variedad de especies, entre las que destacan las autóctonas, como el acebuche, la encina, alcornoques, quejigos, pinos piñoneros o el madroño. Una especie esta última que se vincula a otras regiones, pero que es muy frecuente en diferentes zonas de la Serranía de Ronda.

Precisamente, el consejero de Medio Ambiente destacó la gran riqueza medioambiental que ofrece el recorrido, que permite llegar desde la tierra a la playa o viceversa, por un camino lleno de historia y leyenda, que uno puede descubrir si tiene la suerte de encontrarse con algunos de los pocos lugareños que todavía habitan en algunos de los cortijos cercanos al camino. Además, también cuenta con varias áreas de descanso, como el conocido Pilar de Coca, que se encuentra ya al final del recorrido si se parte desde Marbella o que se convierte en un excelente punto de partida si se dedice hacer el recorrido desde las proximidades de Ronda. Allí, con un poco de suerte, todavía es posible ver a alguno pastor con su rebaño de ovejas o cabras en el viejo abrevadero que todavía se sigue conservando con agua y que ahora se ha dotado con un área de descanso. Todo ello combinado con la posibilidad de llegar a una de las ciudades representativas del turismo de lujo. Precisamente, el camino pasa por las proximidades de un campo de golf y llega hasta la urbanización marbellí de Aloha.

De momento, muchos rondeños ya disfrutan de parte del recorrido, que es muy frecuentado por atletas y ciclistas, que lo utilizan de forma muy habitual como parte de su programa diario de entrenamiento. Otros, simplemente prefieren en tranquilo paseo que posibilita también disfrutar de las diversas especies cinegéticas de sus bosques.