Pedro Torrecillas | Urólogo

“Las redes crean mitos sexuales y el varón cree que debe dar más”

  • Advierte que la sanidad privada se está convirtiendo en ‘low cost’ por las pólizas a precios ridículos

  • Destaca los avances en Urología que dan alternativas tanto a hombres como mujeres

Pedro Torrecillas, en su consulta.

Pedro Torrecillas, en su consulta. / Javier Albiñana

DESPUÉS de más de 40 años como urólogo, tiene un prestigio que le precede. Ha sido pionero en su consulta a la hora de incorporar los últimos avances para sus pacientes. Ha trabajado en la sanidad pública y en la privada. Ahora, tras su jubilación como responsable de la especialidad en Barbarela, sigue ejerciendo en su consulta de Pasaje Linaje.

–Las mujeres tenemos asumido nuestros controles ginecológicos. ¿Los hombres se cuidan tanto como las mujeres?

–Se cuidan menos, pero ya empiezan a cuidarse un poco más. Sobre todo, se cuidan más desde que internet y las redes sociales han abierto el panorama. En la juventud se cuidan mucho el tema de la sexualidad y a partir de los 40 se cuidan más la próstata. Son mas conscientes los que tienen un familiar, un amigo o un conocido con problemas de próstata. También a partir de los 50 años vuelven a cuidar otra vez la sexualidad. Y cada día vemos más pacientes.

–Vayamos por partes. Sobre el cáncer, ¿los varones deberían cuidarse más?

–Sí. A partir de los 45 años, por protocolo, deberían hacerse un analítica del PSA y una ecografía transrrectal de la próstata. Si en la familia hay antecedente de cáncer, ese control debe hacerse a los 40; se adelanta cinco años. Pasa como con el cáncer de mama, porque el de próstata también tiene un componente genético y familiar muy importante.

–¿Y desde el punto de vista de la sexualidad? Pienso en disfunción eréctil, eyaculación precoz... ¿Se cuidan lo suficiente?

–Hay mucho tabú, pero ya mucho menos. Yo definiría dos periodos. A partir de los cuarenta y algo o los 50, consultan el tema sexual porque empiezan a tener alguna dificultad más. Pero hay un capítulo muy importante que es la sexualidad en la juventud. Los medios, las redes, la TV han creado unos mitos sexuales que son irreales y el hombre piensa que tiene que dar más de lo que en realidad puede dar. Y que la mujer exige algo más al hombre. ¿Qué ocurre? Que hombres que son perfectamente normales piensan que deben mantener tres, cuatro o cinco relaciones sexuales en un corto periodo de tiempo; en una noche, en una tarde. Y entonces piensan que ya tienen una disfunción sexual. Esos son mitos que se están generando por la vulgarización de la relación sexual.

–¿Qué les aconseja?

–Que consulten a un profesional.

–Digamos que se le exige mucho al varón...

–Sí, se le exige mucho. El acto sexual en el hombre es un acto activo; necesita de la erección y que se mantenga. En la mujer, no. Cuando se está exigiendo más de lo que se puede o más de lo que lógicamente es natural, el hombre piensa que no es lo suficientemente varón, que no es suficientemente macho.

–¿Y eso tienen que desterrarlo?

–Sí y acudir a un profesional.

–Vuelvo al cáncer de próstata. ¿Hay algún cribado así como la mamografía en mujeres?

–Sí. El análisis del PSA es obligatorio y debe hacerse anualmente a partir de los 45 años en circunstancias normales y de los 40 si hay antecedentes en la familia.

"Cuando falla la sexualidad del varón, su estima se viene abajo y la pareja se puede romper”

–¿Y se hace?

–Bueno, se va haciendo más que antes. A veces el propio paciente no se lo quiere hacer o se lo pasa por alto. Hay pacientes que son reacios o que no van al médico de cabecera. Hoy ha cambiado el algoritmo en el paciente cuando tiene el PSA elevado. Cuando está elevado es conveniente hacer una resonancia magnética multiparamétrica. El PSA es el marcador tumoral frente al cáncer de próstata. El camino entre una célula normal y el peor cáncer de próstata dura meses o años. Al principio es un tumor benigno y luego, maligno. La célula normal hay un momento en que se vuelve maligna. El PSA nos indica por dónde estamos, pero tampoco es exacto. Ahora hay una prueba nueva, la resonancia magnética multiparamétrica que mide muchos parámetros. Debe hacerse en una máquina de tres teslas. Y nos va a decir mediante una clasificación muy estricta el grado [del cáncer] en el que estamos; 1, 2, 3, 4 ó 5. No sólo nos dice donde estamos en ese camino, sino también donde están las células de la próstata que se están empezando a dañar. Es como con una fruta, que empieza a picarse en un punto y luego se extiende y se pudre entera. Pero empieza en un punto, en dos o tres. Con esta prueba vemos dónde estamos en el camino hacia la malignización de la célula y dónde físicamente en la próstata se está produciendo.

–Digamos que ya saben dónde actuar.

–Efectivamente. Pero antes está confirmar la enfermedad con la biopsia. Hasta ahora había que hacer biopsias con 12, 14, 20, incluso 50 pinchazos dentro de la próstata. Con la resonancia y con una máquina que tenemos desde hace seis años –que es la biopsia por fusión de imágenes– y mediante un gps que tenemos al lado de la ecografía, se geolocaliza dónde está la zona y hacemos la biopsia exactamente donde nos dice la resonancia. Las posibilidades de acertar son superiores al 95%.

El urólogo lleva más de 40 años ejerciendo la especialidad. El urólogo lleva más de 40 años ejerciendo la especialidad.

El urólogo lleva más de 40 años ejerciendo la especialidad. / Javier Albiñana

–No quiero entrar en tantos tecnicismos...

–Sí, pero esto supone un avance en el tratamiento del cáncer de próstata. Hasta ahora, para tratarlo había que hacer una cirugía radical en la que se limpiaba toda la próstata, desde la vejiga hasta la uretra y era el equivalente en la mujer a dejarla hueca. Y eso puede dejar dos secuelas importantes, impotencia e incontinencia de orina. Eso hay que hacerlo cuando está toda la próstata afectada. Pero cuando hay uno, dos o tres focos y el resto de la próstata está sana, podemos hacer el tratamiento focal del cáncer mediante la criocirugía, que es una técnica que venimos utilizando hace ya muchos años.

"Estoy a favor de una torre del puerto si es bonita, pero me preocupan los accesos de entrada y salida”

–¿El varón se preocupa por la disfunción eréctil y la eyaculación precoz supongo?

–Muchísimo porque la autoestima del hombre está en su sexualidad. Es evidente. Cuando falla la sexualidad del varón, la autoestima se viene abajo. Incluso la pareja se puede romper. Estadísticamente, entre los varones de 19 a 25 años ya hay un 1% de varones con impotencia. Y entre los 25 y los 40 años, sube bastante. A partir de los 40 a los 55 sube mucho más. Es un problema serio. Hasta que surgió alguna medicación como la Viagra era un tema oculto porque no había nada. Los hombres venían avergonzados.

–Ahora ya hay opciones...

–Sí, ahora hay muchísimas opciones.

–Y en mujeres, ¿qué es lo más habitual?

–Tratamos a mujeres con problemas miccionales, del síndrome genitourinario de la menopausia. Tratamos la incontinencia de orina, sea de esfuerzo o de urgencia. Para la incontinencia tenemos varios tipos de tratamientos. El láser Erbio, que es el Roll Royce de los sistemas de láser. Aparte contamos con radiofrecuencia y con un sistema novedoso, que es una silla que tiene estimulación funcional magnética que sirve para recuperar los músculos del suelo pélvico que por la bajada de estrógenos en la menopausia, ya no funcionan y se produce la incontinencia.

–¿O sea que hay alternativas también para la mujer? Porque antes se asumía como un problema de la edad...

–Sí, hay muchísimas alternativas. Este tema ha sido tremendo. Hasta 2002, la Sociedad Internacional de Incontinencia no empieza a preocuparse de la incontinencia en la mujer. Hasta entonces, cuando una mujer iba al médico de cabecera o al ginecólogo, se le decía que era por la edad o por sus tres partos. Y no se le trataba. Ahora sí. Y era un problema social y es un problema social muy importante.

–Ha trabajado en la sanidad pública hasta hace cinco años que se jubiló. Ahora sólo está en la privada. ¿Qué problemas tienen los médicos de la sanidad privada?

–El principal problema que está teniendo la medicina privada es la masificación. La medicina pública se ha masificado porque nos hemos ido jubilando los profesionales y no nos han sustituido en las necesidades que ha tenido la población. Tenían que habernos sustituido y haber añadido más especialistas porque estaba entrando más gente en el sistema sanitario. Durante los años de la crisis, se resintió muchísimo el sistema sanitario público. No había dinero para contratar ni médicos, ni enfermeras, ni personal auxiliar. Se fue deteriorando la situación. Y las aseguradoras privadas aprovecharon para dar un gran bocado. Empezaron a hacer pólizas con precios ridículos. Y prometen dar asistencia de calidad como la de la Seguridad Social con esos precios ridículos. Y eso es imposible, es mentira, no pueden. Se está generando una medicina privada low cost. No hay más que ver cómo están las Urgencias de hospitales privados de Málaga. Están masificados, tanto o más que el Carlos Haya o el Clínico. Ellos intentan dar una medicina de calidad, pero no es posible.

"Para ir al aeropuerto yo uso el tren de Cercanías porque llego en apenas 11 minutos”

–Su consulta está en pleno centro... Complicado para aparcar...

–Los pacientes lo tienen cómodo porque los medios públicos los tenemos muy cerca. Incluso el tren de Cercanías para aquí debajo. Yo es el medio que uso cuando voy al aeropuerto, porque tarda 11 minutos.

–¿Pero el transporte público debería mejorarse?

–Yo creo que va a mejorar cuando se abra el Metro. Málaga tiene un problema porque es una ciudad muy larga y además, en algunas zonas, muy estrecha. Hay dificultades para alargar el Metro hasta el Rincón de la Victoria. Atravesar La Malagueta y Málaga este es muy complicado y no se quiere perforar debajo de los edificios para evitar lo que pasó en el Carmel. Es un tema complicado.

–¿Está a favor o en contra de la torre del puerto?

–Si es una torre bonita, a favor. Yo tengo la impresión de que se ha hecho a la ligera y que no es un diseño suficientemente bonito como Málaga se merece. Además, me preocupa el acceso; las entradas y salidas de esa torre. Pero Málaga necesita un edificio simbólico de la ciudad.

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