El peor verano de la historia de la Costa del Sol

Turismo

El motor turístico andaluz atraviesa su mayor crisis por la pandemia, con una ocupación nunca vista de apenas el 40% en julio y agosto

Empresarios, políticos, sindicalistas e investigadores explican qué ha pasado y proponen soluciones

Un turista se baña solo en la piscina de un hotel en Málaga este verano.
Un turista se baña solo en la piscina de un hotel en Málaga este verano. / Javier Albiñana
Ángel Recio

06 de septiembre 2020 - 07:00

Málaga/El 2020 iba a ser el año de todos los récords turísticos en la Costa del Sol, el ejercicio en el que se superaran los 20 millones de viajeros en el aeropuerto internacional de Málaga y en el que se diera un paso más en la consolidación económica y laboral de la primera industria malagueña y andaluza. Pero la ley de Murphy funciona y sí ha sido un año récord, pero en negativo. De hecho, ha sido el peor verano de la historia en la Costa del Sol.

El virus microscópico Covid19 ha puesto patas arriba a la economía mundial y se ha cargado, de estornudo en estornudo, un trasatlántico turístico como el de Málaga, que mueve 114.000 puestos de trabajo y factura 14.400 millones de euros al año. La Costa del Sol vive del turismo extranjero y éste -asustado por sus gobiernos o realmente preocupado por la pandemia- ha preferido quedarse en casa este verano, por lo que las ocupaciones hoteleras en julio y agosto han sido paupérrimas y nunca vistas por estos lares: solo un 40% pese a abrir menos hoteles que otros años.

“Las ya conocidas como staycations [hacer vacaciones cerca de casa] promovidas por países como Reino Unido o Alemania han provocado que destinos en España como la Costa del Sol donde estos dos grandes emisores son clave hayan sufrido más de la cuenta en julio y agosto”, comenta Javier Ortiz, fundador de la consultora turística SextaPlanta.

Luis Callejón: "Solo con el mercado nacional no podemos tirar de este barco porque es muy grande"

Con el turismo extranjero fuera de combate por las cuarentenas internacionales, el sector turístico ha confiado en atraer al viajero español con grandes ofertas y la posibilidad de relajarse unos días tras tanto confinamiento como ganchos. El turismo español ha respondido, pero, como dice Luis Callejón, presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), “solo con el mercado nacional no podemos tirar de este barco porque es muy grande y solo se puede llenar con turistas de todas las nacionalidades”. Callejón ya advertía en el inicio de la crisis sanitaria en marzo que el verano estaba perdido y, aunque parecía muy pesimista, el tiempo le ha dado la razón. “Ha sido el peor verano de la historia, con una ocupación de pena y con hoteles que no han abierto o que han abierto solo seis semanas en plena temporada alta, lo nunca visto”, lamenta. Jorge González, director del emblemático hotel Málaga Palacio, va en la misma línea. “El verano ha ido acorde a la situación de pandemia que se está produciendo. Desde mayo ya se preveía que los clientes internacionales iban a viajar menos y aunque ha habido una buena respuesta a nivel nacional nunca se podrá acercar a lo que representa la facturación del cliente extranjero”, recalca. González añade que, en el caso de Málaga capital, “hemos tenido ocupaciones más bajas, con precios adaptados al momento, estancias de dos o tres días o fin de semana y la verdad es que la gente ha sido muy prudente”.

Un grupo de turistas en Málaga capital.
Un grupo de turistas en Málaga capital. / Alvaro Cabrera

En el turismo todo es una cadena y si no hay clientes sufren todos los sectores. Manuel Villafaina, presidente de la Asociación de Empresarios de Playa de Málaga, indica que “el segmento de las hamacas lo ha pasado muy mal en este verano tan atípico porque el 60% de sus clientes son extranjeros, por lo que solo han tenido algo más de movimiento los fines de semana”. En los chiringuitos ha habido un poco de todo. Los que suelen trabajar con clientes españoles han salvado el verano mejor de lo esperado, con ocupaciones incluso del 80%, pero los que están más dedicados al consumidor extranjero -por estar cerca de hoteles o viviendas en las que residen foráneos- apenas han tenido ocupadas el 40% de sus mesas.

Sergio García: "El balance de este verano es negativo total. Hemos tenido pérdidas del 90%"

En las agencias de viaje la situación ha sido y es más preocupante porque se han podido contar los clientes prácticamente con los dedos de las manos. “El balance de este verano es negativo total. Hemos tenido pérdidas del 90% respecto a años anteriores. El turismo receptivo está a cero, no hemos vendido nada porque no han venido grupos sino que el que ha hecho turismo se ha organizado por su cuenta, mientras que en el turismo emisor la bajada de la actividad ha estado entre el 85 y el 95%”, subraya Sergio García, presidente de Agencias de Viaje Asociadas de Andalucía (Aedav). García tiene una agencia en Marbella y expone como ejemplo su caso. “Este verano solo hemos vendido algún paquete vacacional a algún joven más echado para delante y el resto ha sido algún billete de avión o de tren por motivos familiares o de trabajo, pero no vacacionales”, dice.

Javier González de Lara: "La industria turística necesita un verdadero plan de rescate"

Los empresarios lo tienen claro. “La industria turística necesita un verdadero plan de rescate. Se necesita liquidez a largo plazo, una fiscalidad más favorable y la ampliación de los Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (Ertes) para salvar al turismo”, asegura Javier González de Lara, presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía y de Málaga. Los sindicatos critican la pésima situación que atraviesa y atravesará el empleo en la provincia. “Ha sido todo una gran decepción. Las prisas en la desescalada y en la reactivación económica han sido el mayor enemigo de nuestra economía, porque no solo no se ha frenado la pandemia sino que ha favorecido el aumento de contagios ahuyentado a los turistas a otros destinos”, señala Fernando Muñoz Cubillo, secretario general de CCOO en Málaga.

Varios turistas salen de un hotel en Málaga.
Varios turistas salen de un hotel en Málaga. / Alvaro Cabrera

Los políticos tienden a lanzar mensajes más positivos, pero el batacazo es evidente y no ocultan la realidad. “Ha sido un verano bastante malo y era previsible ya que los datos avanzaban que el turismo internacional iba a caer cuando Pedro Sánchez empezó a hablar de cuarentenas en junio, a las que se han sumado luego gobiernos como el británico o el alemán”, afirma el consejero de Turismo de la Junta de Andalucía, Juan Marín, quien apuesta por “trabajar más en la diversificación” en la Costa del Sol para no depender tanto del mercado extranjero. En este sentido, Marín apunta que la ocupación en agosto en Huelva, Cádiz o Almería, cuyo cliente es básicamente nacional, “ha sido 20 puntos superior a la de Málaga”. Lógicamente, todo depende del momento. En la última crisis económica, con los bolsillos de los españoles vacíos, la Costa del Sol se salvó gracias al turismo internacional. En cualquier caso, Marín precisa que los que más han sufrido han sido los hoteles de cuatro estrellas para abajo “porque los de lujo sí han tenido una ocupación en torno al 75%”.

Juan Marín: "La Costa del Sol tiene que trabajar más en la diversificación"

Francisco Salado, presidente de la Diputación de Málaga y de Turismo Costa del Sol, también reconoce la debacle. “Ha sido el verano más duro de la historia de la Costa del Sol y ha puesto a prueba a España como primer destino turístico del mundo”. Salado acusa al Gobierno central de “abandonar al sector turístico a su suerte” y exige que se le dé prioridad al turismo en las ayudas europeas por su impacto en la economía y el empleo. “Todos los países de la Unión Europea están aprobando y diseñando grandes líneas de ayudas económicas para sus principales sectores productivos. Con el turismo lo han hecho en Francia e Italia y España no puede ser menos, no puede quedarse atrás”, resalta.

Francisco Salado: "Francia e Italia han aprobado y diseñado grandes líneas de ayudas económicas para el turismo y España no puede ser menos"

Hay y habrá miles de documentos de expertos sobre el impacto del Covid-19. En materia turística hicieron en marzo un informe en la Facultad de Turismo de la Universidad de Málaga barajando cuatro posibles escenarios. “Hemos estado en una situación moderada pero ahora nos encontramos en un escenario pesimista y entrando en el caótico, que implica que no hay movimientos turísticos hasta enero de 2020”, detalla Antonio Guevara, decano de la facultad.

Todo depende de una vacuna, de un tratamiento que dé confianza a los ciudadanos y se vuelva a viajar en libertad. Nadie sabe si será cosa de meses o años, pero no es baladí porque hay millones de empleos que dependen de ello. En la Costa del Sol, el motor económico de Andalucía, ahora todo son dudas y deudas, una mala combinación.

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