Unas mil personas apuestan en la calle por la tercera República

El mal momento por el que atraviesa la Corona en España en los últimos años alienta el sentimiento de aquellos que ayer, por las calles de Málaga capital, reclamaron la tercera República en el país. Muchas fueron las voces que se pronunciaron contra la Monarquía en la marcha celebrada ayer en la ciudad y que, tras partir de la plaza de Cruz de Humilladero a mediodía, alcanzó la meta fijada en la Plaza de la Merced a eso de las 14:00. Del orden de un millar de personas (unas 300 según la Policía Local) secundó esta tradicional reivindicación de las formaciones de izquierdas. Entre ellos, destacados dirigentes del Partido Comunista, como su secretario nacional, José Luis Centella, y el máximo dirigente provincial de IU (también portavoz en el Parlamento andaluz), José Antonio Castro.

Un mandatario que, como todos los que participaron de la marcha, defendió la tercera República como modelo de gobierno y organización del Estado. "Estamos en un momento en el que no hay ninguna institución que no esté en cuestión en este país y por supuesto, la Monarquía, que está últimamente atenazada por graves casos de corrupción", dijo Castro, que antes de iniciar el recorrido a pie desde la zona oeste hasta el centro de la urbe, participó en una ofrenda floral en el cementerio de San Rafael en honor de las víctimas del Franquismo.

"Hay que reivindicar con más fuerza que nunca la tercera República", valoró. A juicio del portavoz parlamentario de la coalición de izquierdas, en esta ocasión "no se trata sólo de rendir homenaje a aquellos que defendieron la legalidad democrática republicana, no se trata sólo de rendir homenaje a lo que supuso la Segunda República española como una apuesta por la educación y por valores cívicos".

"IU viene a reclamar lo que ya hemos puesto en marcha: una campaña política pidiendo la dimisión del Gobierno de Mariano Rajoy para que se convoquen unas elecciones generales que tengan el carácter de constituyentes", consideró, y reclamó como objetivo el elaborar una nueva Constitución después de que ya sea más del 65% de los españoles "los que no tuvimos nada que ver con la Transición y con la antigua Constitución".

Las críticas al papel del Rey y de la Corona se sumaron a las derivadas hacia el Gobierno central y su política económica. Como muestra, la pancarta que portaba la cabecera de la manifestación, que discurrió con absoluta normalidad durante todo el recorrido, en la que se leía: "¡República, ya! No a la corrupción, no a la miseria, no a la monarquía". Mensaje al que daban color decenas de banderas tricolores, con el rojo, amarillo y morado de la bandera republicana.