"Hay personas que se preocupan más de su coche que de su salud"

Felipe Luna. Jefe de traumatología del hospital clínico

Reconoce que no le gusta el hotel del puerto porque rompe la armonía del recinto y cree que debería eliminarse el cruce en superficie del Metro en el Clínico antes de que haya una tragedia

Felipe Luna, en el Hospital Clínico, donde dirige el Servicio de Traumatología.
Felipe Luna, en el Hospital Clínico, donde dirige el Servicio de Traumatología. / Fotografías: Javier Albiñana
Leonor García

12 de noviembre 2017 - 02:06

Lleva 35 años de traumatólogo. Obviamente no teme enfrentarse a los huesos abiertos de una fractura. Sin embargo reconoce que le da repelús ver su propia sangre. Desde 2011 es el jefe de Traumatología del Clínico, aunque su mayor orgullo es haber creado la única Unidad de Acondroplasia [enanismo] de toda España. Es sevillano, de Écija. Pero como vive en Málaga desde los 15 años dice que -sin caer en rivalidades- ya se siente más malagueño.

-Deme un consejo contra los dolores de espalda.

-El dolor de espalda es de las patologías más frecuentes. Evidentemente, hay que hacer una vida sana, no ser obeso, hacer deporte y caminar para fortalecer la musculatura y si la lumbalgia persiste, consultar a un especialista. La mayoría son banales por hacer mal uso de nuestra vida.

-¿La gente cuida más el coche que el cuerpo?

-Yo creo que sí. La gente a la salud no le da mucha importancia. Le interesa más el coche, la televisión. La salud la deja en un segundo plano pese a lo importante que es. Las personas deberían preocuparse más por su salud.

-Hacer ejercicio es bueno ¿pero es sano machacarse en el gimnasio?

-Como todo en la vida, la virtud está en el término medio. Ni mucho, ni poco. Los gimnasios están bien, pero sin pasarse. Eso de tomar anabolizantes para los musculitos no es bueno. Hay que tratar de tener músculos fuertes, pero no ser un culturista.

-¿Cuidando los músculos cuidamos los huesos?

-Evidentemente. Más que los huesos, lo que se afectan son las articulaciones. La gente dice 'me duelen los huesos', pero lo que duelen son las articulaciones, la unión de un hueso con otro; la rodilla, las articulaciones de la columna, la cadera. El hueso normalmente no duele, salvo en algunas patologías. En alguna fractura, cuando hay un tumor... Pero cuando la gente dice que le duelen los huesos, por lo general en realidad es la articulación, porque está afectada.

-¿Y cómo podemos cuidarlas?

-El sobrepeso es malísimo para las articulaciones. El índice de masa corporal debe ser el adecuado. Si mides 1,70 y pesas 90 kilos, te sobran 20 kilos. Eso sobrecarga las articulaciones; caderas, rodillas... y eso da lugar con el tiempo a una degeneración de la articulación y a lo que la gente llama vulgarmente una artrosis. Además hay que hacer ejercicio o algún deporte, no el sillón-ball. La vida sedentaria es muy mala, tanto para las articulaciones como para el sobrepeso. En España hay mucho sobrepeso, sobre todo en la juventud; en eso nos estamos pareciendo a los norteamericanos. Allí hay una cantidad de obesos importante.

-¿Hay una alimentación más buena para los huesos?

-La dieta mediterránea es extraordinaria. Y es importante un aporte mínimo de calcio y vitamina D, sobre todo en las mujeres después de la menopausia. Hay que tener una dieta adecuada, no hay una alimentación especial. La fórmula es vida sana, alimentación sana y actividad física. Pero cuidado la actividad física debe ser la adecuada a cada edad. Porque hay personas mayores que se ponen a hacer deportes de equipo como fútbol o baloncesto y luego vienen las lesiones de los ligamentos... Siempre hay que hacer actividad, pero adecuada a la edad porque si no es crearse lesiones, micro roturas y montones de cosas.

-¿Hay trabajos enemigos de los huesos o las articulaciones?

-De entrada no creo que haya ninguno contraindicado. Para las articulaciones quizás los más dañinos sean los deportes de élite de conjunto, como el fútbol o el baloncesto, en los que las articulaciones, sobre todo las rodillas, sufren muchísimo. La mayoría de estos deportistas, con el tiempo tienen su artrosis correspondiente.

-Yo pensaba en los butaneros...

-Bueno, esos sufren lumbalgias y se castigan las rodillas por subir y bajar escaleras porque hay muchos bloques que no tienen ascensor.

-Lleva unos 35 años de traumatólogo ¿cuál es su mayor logro?

-El haber llegado a ser jefe de un servicio de la categoría del Clínico es una satisfacción personal importante. Otro logro es haber potenciado las unidades del servicio [El hospital tiene una decena muy cualificadas por su alta subespecialización]. Y sin duda, la creación de la Unidad de Acondroplasia [para alargar brazos y piernas a personas con enanismo]. Esa la cree yo y me siento muy orgulloso porque tiene un prestigio nacional e internacional. El Clínico está reconocido como centro de referencia a nivel andaluz, pero no a nivel nacional a pesar de que operamos a pacientes de toda España.

-¿Y por qué esa unidad no está reconocida a nivel nacional?

-El Ministerio de Sanidad no nos reconocen como CSUR [centro, servicio y unidad de referencia]. Nuestro hospital trabaja con el Materno. Cuando los niños tienen bajo peso, por debajo de 30 kilos, los operamos en el Materno. Allí intervenimos a los niños más pequeños, no por edad, sino por peso.

-Llevan años peleando por ese reconocimiento nacional ¿por qué no se consigue?

-Porque en el programa del Ministerio sobre centros de referencia existe la unidad de ortopedia infantil. Nosotros para ser centro de referencia tendríamos que ser unidad de ortopedia infantil y acondroplasia y no queremos. Queremos solo de acondroplasia [enanismo], no queremos de pacientes infantiles con otros problemas ortopédicos.

-¿Cómo nació su interés por operar a personas con enanismo?

-Me impresionó mucho el traumatólogo ruso Gavriil Ilizarov [inventor de un aparato para alargar los huesos]. Trabajaba en Kurgan, en Siberia. Hacía alargamientos óseos. Él curó a un alpinista italiano al que no se le unía un hueso, que encima estaba infectado. Cuando aquel paciente volvió a Italia, se difundió su técnica.

-¿Lo hizo famoso su paciente?

-Exactamente. Yo lo conocí en Madrid y me gustó lo que hacía. El alargamiento de un hueso es espectacular.

-La técnica consiste en cortar el hueso y separarlo para que intente unirse como cuando hay una fractura natural...

-Un hueso cuando se rompe quiere unirse.

-¿Ustedes engañan al hueso?

-Eso es. Esperamos entre siete y 10 días y cuando está intentando unirse, lo separamos poco a poco para alargar el callo de fractura que se va formando. Y se forma un hueso igual. Se puede estirar por segmento, como mucho, unos 15 centímetros.

-La Unidad de Acondroplasia del Clínico es la única de España. ¿A cuantos niños ha operado en todos estos años?

-Sobre 250. De toda España y también hay de Sudamérica. Hay de Chile, Paraguay, Argentina, menos de Cataluña. Por lo visto la Generalitat no permite que vengan aquí.

-¿Son caras las intervenciones?

-Sólo de material, cuestan unos 30.000 euros. Pero la calidad de vida no tiene punto de comparación tras la operación.

-¿Y cuál es su reto?

-Que la Unidad de Acondroplasia sea de referencia a nivel nacional, que ya los somos de manera no oficial.

-¿No le temblaron las piernas la primera vez que vio una fractura abierta?

-Un poquito, pero uno se acostumbra. Cuando estaba empezando me encantaba que en las guardias hubiera movimiento, que entraran politraumatizados, polifracturados. Es bonito para el profesional, para el enfermo es un desastre.

-¿Y por qué es bonito?

-Porque ves una pierna catastrófica y es un reto. Y conseguir que vuelva a funcionar es una satisfacción enorme. Sin embargo, a mí no me gusta ver mi sangre. Cuando me hacen una extracción tengo que mirar hacia otro lado...

-¿Qué le mejoraría a la sanidad pública?

-Incrementaría los recursos, tanto humanos como técnicos porque la población aumenta y cada vez se necesitan más medios.

-¿Y cuáles son las fortalezas del sistema público?

-Para una patología grave yo prefiero la sanidad pública a la privada y no tengo nada contra la privada. La sanidad pública funciona bien en Andalucía, tenemos nuestros problemas, pero en conjunto funciona bien.

-¿Han notado el alivio desde la apertura del Hospital del Guadalhorce?

-Todavía no porque no tenemos quirófanos, pero ayudará muchísimo cuando se abran. Nos va a venir fenomenal. Esperamos que para primeros de año estén funcionando. Eso para nuestro hospital va a ser un desahogo extraordinario.

-¿Hace falta un nuevo Regional? Se plantea un hospital de 800 camas detrás del Materno...

-Málaga necesita otro hospital, pero no donde lo quieren diseñar. Yo pondría un tercer hospital, pero en la zona este, cerca de la autovía, con accesos. Aquella zona está despoblada desde el punto de vista sanitario. Dejaría el Regional y pondría un nuevo hospital por El Palo. Un hospital detrás del Materno tendría muchos problemas de accesibilidad; pero para eso están los políticos pensantes...

-¿Que le parece la torre que se quiere construir en el puerto?

-No me gusta eso, rompe la armonía del puerto. Lo que sí me gustaría es que el Metro aquí, por el Clínico, lo soterraran. Esta semana ha habido otro accidente. Eso tendría que haberse soterrado o debería haberse hecho un puente. Eso al final, hasta que no muera alguien ahí, lo dejarán en superficie. Pero el Metro está fenomenal. El Clínico es el único hospital con parada de Metro. Cuando había reunión intercentros y tenía que ir al Carlos Haya, cogía el Metro. A Barbarela también llega a la puerta. Ahora falta el Metro al Materno.

-¿Qué le falta a Málaga?

-Tiene mar, que me encanta; playas, turismo... Le faltan infraestructuras. En la zona de Teatinos, los accesos están mal. Los accesos que hicieron nuevos a la Universidad están bien, pero los de Teatinos en coche son terroríficos. Además, como está pasando la crisis se nota en los atascos cuando llegas y cuando sales.

-¿Lo que más le gusta de la provincia?

-El clima y el mar. Yo no podría vivir ya sin el mar. Tengo que ver el mar todos los días. Cuando estoy por ahí, lo primero que hago al volver es ver el mar.

-¿Lo que menos le gusta?

-Lo poco cuidado que están los jardines y la suciedad de las calles. Están sucias las calles de Málaga, falta limpieza y los jardines están mal cuidados.

-Es sevillano, vive en Málaga desde los 15 años ¿Como lleva la rivalidad entre ambas ciudades?

-Yo no tengo rivalidad. A mí me gustan unas cosas de una ciudad y otras de otra. Aunque vivo aquí desde los 15 años y ya me siento más malagueño. Prácticamente llevo toda mi vida aquí. A mí las cosas de Sevilla me gustan mucho. Me gusta la Feria de Abril, la Semana Santa. También me gusta la Semana Santa de aquí. Pero no me gusta el clima de Sevilla. En invierno hace mucho frío y en verano, mucho calor. Es una ciudad bonita, pero para vivir prefiero Málaga. No tiene color. Málaga es una ciudad manejable, no te pierdes en Málaga.

Un traumatólogo especialista en operar el enanismo

Era muy joven cuando vio en Madrid a un cirujano soviético que había inventado un aparato que permitía estirar los huesos. Quedó fascinado. Y desde entonces se especializó en intervenir a personas con acondroplasia [enanismo] para alargar sus brazos y piernas. En sus 35 años como traumatólogo, ha cambiado la vida de unos 250 pacientes afectados por esa patología. De hecho, el ahora jefe de Traumatología del Hospital Clínico, Felipe Luna, es el impulsor de la única Unidad de Acondroplasia de España. El centro malagueño es hospital de referencia de la comunidad autónoma y, de oficio, de toda España. Luna es además profesor de la Escuela de Podología de la Universidad de Málaga (UMA). Cuenta que le gusta el jazz, la bossa nova y, en sus escasos ratos libres, jugar al golf. Estrenó la Facultad de Medicina de Málaga, ya que pertenece a la primera promoción. Se formó como traumatólogo en el Hospital Civil y luego pasó como adjunto al Clínico. Durante muchos años tuvo también su consulta privada. Pero tras asumir la jefatura del servicio, se dedicó en exclusiva a la sanidad pública.

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