Málaga

La pesca ilegal se refugia en el puerto

  • Con la llegada del verano, numerosos bolicheros pasan la noche pescando dentro del recinto portuario

Paradojas de la vida. Donde los pescadores ilegales se sienten más seguros para faenar cada noche es dentro de las aguas portuarias, un espacio que según las directrices europeas debe estar protegido y vigilado constantemente. Así lo determina el Código Internacional para la Protección de Buques e Instalaciones Portuarias (ISPS), pero el que es un férreo control de seguridad en tierra, se lo saltan a diario numerosos bolicheros en pequeñas embarcaciones motorizadas para sacar cientos de kilos de pescado, en gran parte inmaduro.

Cae la noche en el puerto de Málaga y los pocos pescadores que aún quedan en la capital se echan a la mar. Por su parte, decenas de bolicheros entran al propio recinto portuario en pequeñas embarcaciones para echar sus copos ilegales en aguas a las que no está permitido el acceso. Pero así ocurre cada noche desde hace varias semanas, según ha podido constatar este periódico. Testigos directos a pie de muelle confiesan que ésta es una práctica que se desarrolla durante todo el año, pero que ahora se intensifica con la llegada del buen tiempo.

Los pescadores se sienten seguros dentro del puerto porque no se exponen a los peligros de la mar y además nadie suele actuar contra ellos, como Málaga Hoy ha podido comprobar distintas noches durante las últimas semanas, aunque la madrugada del pasado jueves el protocolo de actuación sí funcionó y se incautaron varias embarcaciones ilegales, numeroso material y 100 kilos de inmaduros, según informaron desde la delegación provincial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que apuntan a que también se ha detectado pesca ilegal en las últimas semanas en las playas de El Bulto.

Los actores implicados informan de que el protocolo de seguridad lo debe activar la Policía Portuaria, en caso de detectar bolicheros dentro del recinto. Éstos aparecen cada noche, no falla. Este periódico ha podido comprobar de madrugada como agentes portuarios intentaban sin éxito expulsar a los pescadores ilegales. Pero desde el muelle, más allá de intentar amedrentarlos con las luces de sus vehículos, no pueden llegar más lejos. La Policía Portuaria de Málaga no cuenta con ninguna embarcación para operar dentro del espacio marítimo portuario, como ocurre en otros puertos. Los días que este periódico ha estado a pie de muelle, el protocolo no funcionó. A la llamada de estos agentes no acudió ni la Guardia Civil del Mar ni Inspección Pesquera.

"Todas las noches igual, sólo estamos sacando los jureles", dicen unos bolicheros a un policía que les invita desde el muelle a cesar su actividad. Sin prisas, recogen las redes, guardan el pescado y a toda marcha se trasladan a otro punto del puerto para seguir pescando. Hay decenas de ellos, muchos equipados con botes de luz para atraer al pescado. Especialmente operan en las dársenas de poniente, junto a la terminal de contenedores, el muelle pesquero y los muelles dedicados al tráfico de graneles, aunque el paso por los muelles de cruceros es obligado.

En la operación del pasado jueves no hubo detenidos pero se intervinieron dos embarcaciones ilegales, sin folio y con matrícula falsa. Ambas utilizaban artes ilegales y botes de luz para atraer al pescado. Según la delegación de Medio Ambiente "venían siendo objeto de seguimiento diario por el equipo de Inspección Pesquera". Así mismo, la operación se saldó con la incautación de un total de dos artes ilegales (tipo boliche o copo), dos motores ilegales, cuatro botes de luz, seis focos de luz, cinco generadores de luz, así como un artefacto flotante en forma de palet con boyas y luces a modo de bote de luz. También se decomisó unos 100 kilogramos de pescado inmaduro, consistente principalmente en crías de boquerones y varios botes de formol.

Desde la delegación de Medio Ambiente subrayan que la actuación se enmarca dentro de los trabajos habituales que desarrollan en colaboración con la Subdelegación del Gobierno, para la erradicación de las embarcaciones ilegales que se dedican a expoliar las guarderías de alevines de los caladeros. En este sentido, la semana pasada también se desarrolló otra operación, esta vez, en las playas de El Bulto, que se saldó con la incautación de tres barcas ilegales que también se dedicaban a la pesca de inmaduros de forma habitual. Policía Portuaria y Guardia Civil no quisieron valorar estos hechos, que ahora con la llegada del verano se intensifican y tienen continuidad todas las noches dentro del propio recinto portuario, uno de los grandes refugios de la pesca ilegal en Málaga.

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