De pescadores y marismas

En Ayamonte, Huelva es visita obligada para cualquier turista recorrer su centro histórico, su puerto y sus populares playas. Muy cerca se encuentra el paraje de Isla Canela, un pueblo marinero que se ha erigido en uno de los grandes centros turísticos del litoral onubense. Se trata, además, de una zona protegida por formar parte del Paraje Natural de las Marismas de Isla Cristina. Un barrio de pescadores con siglos de tradición y cuyos restos arqueológicos hallados que prueban la existencia de un pueblo dedicado a la pesca y a la fabricación de salazones.

Isla Canela debe su nombre a una isla natural entre la desembocadura de dos ríos: el Guadiana (que hace de frontera con Portugal) y el Carretas (que la separa de Isla Cristina). Las posibilidades que ofrece son variadas: en bicicleta, a pie o a caballo se pueden recorrer los senderos que, partiendo de Ayamonte, discurren por el mismo. Paseando en barco por la ría del Carreras permite llegar a todos los puntos de este Paraje Natural.

En dirección Huelva, la ruta continúa hasta Lepe, que ofrece lugares de interés como el Puerto del Terrón, de la época fenicia, y la Torre del Catalán, construida en el siglo XVI a fin de evitar las invasiones turcas. Actualmente, la pesca tradicional, junto con la afluencia turística y la agricultura de regadío, constituyen la base de la economía de la zona. Los visitantes encontrarán además una amplia oferta donde elegir, entre los que destacan deportes náuticos, recorridos fluviales, pesca deportiva, cursos de buceo y windsurfing, de cara al verano, son algunas de las opciones por las que el visitante se puede decantar.

En la costa, entre La Antilla y Punta Umbría, se encuentra la Flecha de El Rompido, que nacido como pequeño asentamiento de pescadores en la desembocadura del río Piedras, destaca como barriada marinera. Siendo una de las más activas del litoral peninsular, la flecha arranca a la altura del Puerto del Terrón, en el municipio de Lepe y posee una longitud de más de 12 kilómetros, que transcurren paralelos a la costa, y centenares de metros de anchura media.

Al recorrer el sendero que se adentra en la Flecha del Rompido se comprueba la vital importancia de este cinturón de dunas formado sobre sedimentos litorales. En paralelo se encuentra la Ría del Piedras, llena de pequeñas embarcaciones amarradas ante la playa de La Culata. A sus pies una vegetación de retamas y pino piñonero dibujan un entorno idóneo para el disfrute del naturalista.

Entre los productos de la zona destaca la caballa, cuya denominación cubre municipios de todo el litoral andaluz desde Ayamonte, en Huelva, hasta Garrucha, en Almería. De la costa, priman los pescados frescos como la corvina, el robalo o lubina, la dorada, el lenguado y acedías a la plancha o fritas o nuestras caballas y sardinas asadas, el adobo, la raya al pimentón o la especialidad en pescaditos fritos entre los más sabrosos los salmonetes y las pijotas.

Pero además, la gastronomía de Huelva posee una amplia riqueza gracias a su situación geográfica. El Océano nos agasaja con sus productos frescos y de gran valor nutritivo, mientras que la Sierra se caracteriza su cerdo ibérico y carnes de caza. Con las hortalizas, sin embargo, se elaboran platos antiguos como la sopa de tomate, el gazpacho o variadas ensaladas, pimentadas o picadillos de tomate, cebolla, pimiento y pepino, que sirven de guarnición.

En la repostería, la tradición hispano-musulmana ha dejado su huella, con ejemplos como los Pestiños con miel del Andévalo o de la Sierra.