De poco han servido los tratamientos preventivos para evitar que el picudo rojo llegara al Parque de Málaga. La imparable plaga del escarabajo ya ha afectado dos palmeras de una de las joyas botánicas de la ciudad y amenaza con acabar con un centenar más que tienen alrededor de un siglo de antigüedad.

Los esfuerzos realizados por el Ayuntamiento de Málaga en los últimos meses con la aplicación de tratamientos preventivos para impedir que esto ocurriera no han surtido el efecto deseado y ayer por la mañana los técnicos del área de Parques y Jardines confirmaron la peor de las noticias.

De momento, sólo se ha detectado la presencia del picudo rojo en dos palmeras canarias situadas junto al recinto musical de Eduardo Ocón, aunque no se descarta que haya más afectadas a lo largo de todo el Parque.

Pero antes de cortar ambos ejemplares, el Ayuntamiento intentará in extremis salvarlos aplicando productos fitosanitarios para tratar de acabar con los insectos que se están comiendo su interior.

Lo peor es que se calcula que el Parque de Málaga tiene en torno a un centenar de palmeras canarias y datileras, las más vulnerables ante la plaga, susceptibles de ser atacadas por el escarabajo. Pero si a éstas se unen las que hay en el entorno del Palacio de la Aduana, el Hospital Noble y también la Plaza de la Marina el riesgo es incalculable.

La concejal de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Málaga, Teresa Porras, culpa de esta situación a la "ineficacia" de la Junta de Andalucía para hacer frente a la plaga, ya que asegura que desde antes de verano no se ha retirado ni una sola palmera a pesar de que "hemos avisado a diario para que las cortaran".

Ya hay unas 120 palmeras infectadas por el escarabajo pendientes de ser retiradas en toda la ciudad, lo que puede facilitar la propagación del escarabajo que puede llegar a recorrer volando hasta cinco kilómetros de distancia.

Ni la propia Junta de Andalucía conocía ayer este hecho. Pero el delegado provincial de Agricultura y Pesca, Antonio Moreno, aclaró que "los ayuntamientos son los competentes para preservar el patrimonio vegetal público y los particulares del privado".

La única responsabilidad del Gobierno andaluz, en su opinión, es la de "colaborar con los municipios para retirar y eliminar los ejemplares afectados", pero no en la aplicación de tratamientos para prevenir su impacto.

El problema es que de poco sirven los tratamientos preventivos para hacer frente al picudo rojo. Hasta ahora no existe ningún producto que resulte cien por cien eficaz para acabar con la plaga.

La estrategia de la Junta se centra ahora en la lucha biológica mediante el uso de otros depredadores. Desde hace unos meses, el Instituto Andaluz de Investigación y Formación agraria (Ifapa) está probando el efecto que un insecto beneficioso auxiliar y un hongo tienen sobre el picudo rojo en las palmeras afectadas al actuar como depredadores naturales.

La medida se ha puesto en práctica de manera experimental en las provincias de Almería, Málaga, Sevilla y Córdoba y hasta ahora los resultados obtenidos invitan a la esperanza.

La Junta de Andalucía ha invertido hasta la fecha más de 6 millones de euros para hacer frente a la plaga de este escarabajo sin mucho éxito, ya que ya ha acabado con miles de palmeras en toda la provincia.