Un simple puntero láser, que puede adquirirse en cualquier bazar por apenas unos euros, convertirse en una seria amenaza para la tripulación de los aviones que por decenas aterrizan en el aeropuerto de Málaga capital. La utilización de estos dispositivos, que ya provocó más de un quebradero de cabeza el año pasado, vuelve a ser noticia después de que tres pilotos de otras tantas aeronaves alertasen el pasado martes de deslumbramientos provocados por láser en el momento en que realizan las maniobras de aproximación al aeródromo. Los hechos fueron notificados por los afectados al propio aeropuerto, que, dentro del procedimiento habitual, informó y denunció ante la Guardia Civil.

El portavoz en Málaga de la Unión Sindical de Controladores Aéreos, Raúl Delgado, hizo hincapié en la necesidad de divulgar el mensaje de que la utilización de estos punteros contra los aviones "es algo peligroso", más aún cuando el aparato se encuentra aproximándose a tierra. "La impresión que tenemos es que las personas que lo utilizan de este modo lo hace sin conocer el riesgo que supone", expuso, al tiempo que recordó que al estar "muy cerca del suelo, con aviones que pueden estar muy cerca unos de otros, la entrada de un haz de luz dentro de la cabida, que puede rebotar en el cristal y en los aparatos de vuelo, puede crear una pérdida de atención en los pilotos durante algunos segundos".

Bien es cierto que, según confirmó, en Málaga estos comportamientos no han provocado situaciones de especial gravedad, si bien sí aludió a otros espacios en los que ha podido obligar a frustrar una operación de aproximación. "Este es un problema que se ha extendido por diferentes aeropuertos; en Málaga es muy habitual que en verano nos notifiquen perturbaciones de vuelo por este motivo", añadió el portavoz de la Usca en Málaga, quien aludió a que esos incidentes suelen coincidir con ferias de pueblos del interior y de la Costa, caso de Benalmádena, Torremolinos.

Precisamente, el láser que está detrás de los últimos incidentes ocurridos en el aeropuerto malagueño fue lanzado desde el municipio torremolinense. "Se lo notificamos a la Guardia Civil pero la realidad es que poco pueden hacer para localizar a la persona responsable", añadió. Algo en lo que coinciden desde la propia Benemérita. Fuentes de la misma restaron importancia a lo sucedido, al entender que se trata de algo que "se produce cada tres o cuatro años". Por este motivo, según las fuentes, no hay intención de iniciar una investigación al respecto, aunque sí se procederá "a aumentar la atención" en determinadas zonas para evitar un posible efecto llamada.

"La gente debe ser consciente del riesgo que supone y que es algo que está penado por ley; no es un juego", insistió. Sobre ello, cabe recordar que en octubre del 2012 un hombre fue imputado por una infracción contra la Ley Penal de Navegación Aérea al ser sorprendido mientras deslumbraba con un puntero láser de color verde a un avión que volaba a la altura del Hacho de Álora, en Málaga, zona en la que cuatro aeronaves habían informado antes sobre deslumbramientos.

Esta práctica supone una infracción del artículo 35.4 de la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana, que recoge como infracciones muy graves la proyección de haces de luz, mediante cualquier tipo de dispositivo, sobre los pilotos o conductores de medios de transporte que puedan deslumbrarles o distraer su atención y provocar accidentes.

Según los datos de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), el de Málaga fue el aeropuerto español con más incidencia de este tipo de fenómenos tanto en 2011 como en 2012. De hecho, el sistema de notificación de sucesos alertó de que hubo 79 y 56 casos de deslumbramiento, respectivamente, en esos años, muy por detrás de los que sufrieron los siguientes en el ranking que fueron los aeropuertos de Madrid y Barcelona que rondaron el medio centenar.