Municipal

Un plan antirruidos descafeinado

  • El Ayuntamiento obvia en su propuesta de ZAS las medidas más restrictivas analizadas, caso de reducir el horario de las terrazas a las 23:00 o la rebaja de espacio

Medición de ruido en la Plaza Mitjana.

Medición de ruido en la Plaza Mitjana.

La declaración como zonas acústicamente saturadas (ZAS) de 98 calles del Centro y 5 de Teatinos, tal y como aprobó el último Pleno del Ayuntamiento de Málaga, rebaja de manera sustancial el conjunto de medidas que llegó a proponer a principios de 2016 la empresa a la que el área de Medio Ambiente contrató las mediciones de ruido en las zonas ahora afectadas. La comparativa entre el decreto abierto a información pública y altamente contestado por los hosteleros y el informe original de la firma Sincosur confirma la apuesta que hace el equipo de gobierno por una intervención descafeinada.

De las iniciativas de mayor envergadura solo se mantiene la aplicación para todo el conjunto de de la moratoria en la concesión de licencias para nuevos bares y restaurantes. Pero incluso en esta materia, el equipo de gobierno reduce su vigencia a un año, cuando el planteamiento de la firma externa era por cinco años. Lo que obvia por completo el Ejecutivo local es ir adelante con medidas de una incidencia superior sobre los negocios ya implantados, en el sentido de recortar el horario de las terrazas, así como sus superficies.

El trabajo de Sincosur, tras constatar como en la totalidad de puntos en los que se realizaron medidas se superaban los niveles de ruido nocturnos permitidos, abogaba por el desarrollo de medidas drásticas con las que normalizar la situación de los espacios analizados. Para ello planteaba el levantamiento a las 23:00 de las terrazas instaladas en las zonas afecciones “alta-muy alta”, caso de los entornos de la Plaza de la Merced, Madre de Dios, Plaza Mitjana y Plaza Uncibay; así como en los entornos de las calles Granada y Compañía, y Larios y Strachan y la calle Alcazabilla.

La franja horaria establecida supone tres horas menos de lo actualmente permitido. La medida se planteaba para las noches de los jueves, viernes y noches, mientras que se mantenían los horarios actuales en el periodo del 1 de junio y al 30 de septiembre. Lejos de asumir esta opción, el equipo de gobierno del PP acabó por suavizar su incidencia, al punto de mantener las 02:00 como hora máxima para las terrazas en los días de mayor actividad hostelera (viernes y sábados), rebajándola a las 01:00 de domingo a jueves, siempre fuera del estival, de Feria, Navidad y Semana Santa...

El guión diseñado por Sincosur tampoco es aplicado por el Ejecutivo local en lo relativo a la reducción de la ocupación de vía pública para que los negocios hosteleros monten sillas y mesas en las zonas más ruidosas. De manera gradual, la empresa llegó a apuntar la necesidad de acometer una reducción de hasta el 50% de las superficies autorizadas en los entornos con afección “alta-muy alta”, es decir, en La Merced, Madre de Dios, Mitjana y Uncibay y las vías aledañas. Con esta acción se podría lograr una rebaja de las emisiones sonoras de 3 decibelios. Para los otros puntos considerados como ZAS se planteaba una reducción de las terrazas del 25%, para permitir una bajada del ruido de 1,25 decibelios.

Zonas acústicamente saturadas en el Centro de Málaga Zonas acústicamente saturadas en el Centro de Málaga

Zonas acústicamente saturadas en el Centro de Málaga

Incluso, en este marco propositivo, Sincosur sugería la posibilidad de que las actividades de hostelería situadas de forma colindante “estableciesen días de descanso escalonados entre ellos, de tal forma que no cierren los mismos días de la semana”. Con ello, se expone, “se favorece la reducción del número de veladores total de forma escalonada a lo largo de la semana, contribuyendo a la reducción de los niveles sonoros cada día y evitando posibles perjuicios a las actividades de hostelería”. La idea tampoco forma parte del plan municipal vigente.

Sí fueron aceptadas las propuestas relativas al funcionamiento de los locales con las puertas y ventanas cerradas, para evitar la salida al exterior del ruido, y a que los titulares de los establecimientos velen para que los usuarios, al entrar y al salir, no produzcan molestias al vecindario. También forma parte de la hoja de ruta trazada por la empresa la suspensión, de manera genérica para todas las ZAS, de la concesión de licencias ni ampliación de las existentes.

“El objetivo es no crear más focos de ruido en las zonas acústicas especiales; no se admitirá la implantación de actividades, mediante nueva licencia o modificación de la existente”, señala de manera clara el estudio, que apunta directamente a establecimientos de juego, recreativos, de hostelería y de esparcimiento. Sí se permitirá “realizar reformas de las actividades existentes siempre y cuando su objetivo sea adaptarse a las nuevas normativas o evitar las concentraciones de gente en el exterior de los locales”, añade.

El estudio, incluso, propone una distribución por fases de las medidas a desarrollar en cada una de las subzonas. De un lado, se aboga por la aplicación de la moratoria de licencias por un periodo de cinco años en la totalidad de los entornos afectados, mientras que las medidas específicas tienen aplicación anual, arrancando por las zonas más ruidosas, como La Merced, Madre de Dios, Uncibay y Mitjana.

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