Más de siete meses lleva la Plataforma Málaga no a la Térmica esperando que el Gobierno central se pronuncie sobre la futura central de ciclo combinado que la empresa Sevillana-Endesa proyecta en la zona del Guadalhorce. El colectivo pide "claridad" al Ejecutivo sobre su postura después de que tanto el Ayuntamiento de la capital como la Junta de Andalucía se hayan comprometido a no contemplar en el planeamiento urbanístico la que sería la segunda infraestructura de estas características en la ciudad.

De momento, lo único que de lo que la plataforma tiene constancia al respecto es que la compañía eléctrica continúa adelante con la tramitación de todos los permisos requeridos por el Gobierno para poder construir la planta. Pero el presidente del colectivo, Pedro Cabrera, aseguró ayer a este periódico que el subdelegado del Gobierno en Málaga, Hilario López Luna, se había comprometido hace siete meses a explicarles cuál era la situación del proyecto y "aún no sabemos nada".

Hoy le enviarán un escrito para recordarle el acuerdo, aunque ayer fuentes de la Subdelegación del Gobierno en la provincia se limitaron a señalar que en este momento aún no se ha terminado de redactar el informe con las alegaciones al proyecto que se deberá enviar al Ministerio de Industria.

El centenar de asociaciones que forman la Plataforma Málaga No a la Térmica están preocupados porque Sevillana-Endesa tenga intención de seguir adelante con la central térmica a la que se oponen rotundamente y a la que no le encuentran sentido después de que Gas Natural aún no haya podido poner en marcha la que ha construido en la zona de Campanillas por la falta de demanda actual. La necesidad de atender el consumo energético de la provincia de Málaga fue el argumento que desde el principio recibió este colectivo para justificar la construcción de una segunda planta en la capital, pero "si no funciona la que hay para qué queremos otra", se quejó Cabrera.

Lo lógico sería, en opinión de la plataforma, que Sevillana-Endesa planteara como alternativa hacer una central eólica en la parcela junto a la zona del Guadalhorce donde ahora plantea levantar la central térmica. La compañía eléctrica, en cambio, no tiene de momento intención de echarse atrás en su idea. Al ser un procedimiento muy largo, que puede llegar a durar incluso más de seis años, su intención es poder determinar en ese tiempo si finalmente es viable o no en función de cómo evolucione la demanda eléctrica una vez que pase la crisis.

Pero hasta que eso ocurra, el colectivo ya ha conseguido que el Ayuntamiento de Málaga decida modificar la actual catalogación del terreno, declarado en el actual Plan de General de Ordenación urbana (PGOU) como sistema técnico que permitiría instalar una central de este tipo. La Junta tampoco la contempla en el Plan de Ordenación Territorial de la Aglomeración Urbana de Málaga (Potaum).