Domingo. 10 de julio. Calor y buen estado del mar. Para los playeros que no tienen que trabajar, resulta muy complicado resistirse a pasar la jornada cerquita de la orilla. Así que los asiduos a la playa de Sacaba han acudido también hoy a pesar de que sigue ondeando la bandera roja que prohíbe el baño. La concejala de Playas, Teresa Porras, ha confirmado que la prohibición continúa vigente hasta no tener los resultados de los análisis de aguas.

Tras la rotura de una tubería en la zona de Sacaba que inundó los alrededores de aguas fecales el pasado lunes, la Consejería de Salud informó de que estos vertidos, que llegaron hasta la playa, podía "afectar a la calidad sanitaria" del mar. Por tanto, el Área de Playas del Ayuntamiento comunicó que quedaba prohibido el baño en este espacio temporalmente, que afecta a la zona comprendida entre el espigón de la Térmica y la desembocadura del Guadalhorce. 

El martes por la tarde, la Policía Local desalojó el arenal, que ha estado prácticamente vacío durante estos días. Los socorristas pusieron la bandera roja y han velado por que se respete la prohibición. Sin embargo, este domingo han vuelto las sombrillas y las hamacas a la arena. 

Estaba previsto que este pasado viernes se conociese el resultado del análisis microbiológico de aguas en la playa de Sacaba. Pero se retrasaron y finalmente será este lunes cuando se sepa si el agua está contaminada, por lo que este fin de semana la playa que va desde el espigón de La Térmica hasta la desembocadura del Guadalhorce ha continuado cerrada al baño.

El Ayuntamiento ha insistido, desde el primer momento, en que se trata de una medida preventiva, ya que los estudios llevados a cabo por Emasa no señalan indicios de contaminación y estiman que la restricción se levantará en cuanto estén los resultados. 

Por su parte, la empresa constructora que causó la rotura de un colector de impulsión de aguas residuales el pasado lunes junto a la urbanización Sacaba Beach de Málaga capital completó el viernes la reparación del tramo de tubería. Emasa realizó las pruebas de presión en el colector con un resultado favorable, lo que permitió poner en servicio la estación de bombeo de aguas residuales (EBAR).