El proceso de escolarización de 2022 en Málaga se cerró a mitad de mayo, por lo que este 1 de junio ya se ha abierto el plazo para formalizar la matrícula. El balance de este año vuelve a ser negativo para el número de solicitudes de matrículas presentadas para el primer curso del segundo ciclo de Educación Infantil (3 años), donde el descenso de la natalidad provoca una bajada en el número de solicitudes, que se fija en 12.170 y supone que el 22,9% de las plazas ofertadas queden vacantes.

La Delegación de Educación provincial ofertó 15.875 plazas de nuevo ingreso para alumnos de 3 años en Málaga, por lo que más de tres mil huecos se han quedado libres. Esto probablemente, se volverá a traducir en el cierre de aulas que supone un descontento para las familias y los sindicatos.

El descenso lleva años siendo paulatino y está ligado a la bajada de la tasa de natalidad. Así, en de 2019, cuando nacieron los niños que se adentran en el sistema educativo obligatorio el curso que viene, nacieron 4.522 niños menos en Málaga que diez años atrás, en 2009.

Desde la Federación de Asociaciones de Madres y Padres (FDAPA) han puesto de manifiesto que son conscientes que se están cerrando líneas en centros públicos, algo que rechazan completamente. Al igual que desde Comisiones Obreras Málaga, donde indican que llevan años pidiendo a la Consejería competente que aprovechen la bajada de la natalidad para disminuir las ratios de las aulas.

“En vez de mermar los recursos, lo que planteamos es que se aprovechen los recursos que ya tenemos para, a coste cero, mejorar la calidad de la enseñanza”, indicaban desde el sindicato.

Juan Vílchez, responsable del área de Enseñanza Pública de UGT Málaga, declaraba que “cada vez que se suprime una línea la Junta se ahorra unos 55.000 euros al año, amortizando al profesorado sobrante mediante desplazamientos forzosos, o dejando sin cubrir las jubilaciones”.

Desde este sindicato se refieren concretamente al Colegio Andalucía de Fuengirola y explican que era el último centro de la zona en mantener 3 líneas en cada etapa de infantil, por lo que conviven 9 clases. Vílchez comenta que el año que viene se producirá el cierre de una unidad de primero de infantil, por lo que cuando pasen 3 cursos, las 9 clases actuales se habrán convertido en 6.

“A pesar de que el óptimo está fijado en 20 alumnos por aula, la Junta hace todos sus cálculos con el máximo legal de 25. Pero entonces aparece la llamada capacidad extraordinaria (28 alumnos), que lleva años siendo la más frecuente en toda la costa malagueña”, así lo declaraban desde UGT refiriéndose a las ratios de alumnos por aulas.

La FDAPA califica de “barbaridad” estas cifras y hacen hincapié en que se deben sumar las matrículas que van llegando a lo largo del curso escolar. “No es posible una educación de calidad con unas ratios tan elevadas”, concluía Pilar Triguero, portavoz de la Federación.