Málaga es la tercera provincia de España donde más aumenta la población, solo por detrás de Madrid y Barcelona. La actualización del padrón, publicado esta viernes por el INE, deja un titular sobresaliente que, al mismo tiempo, se antoja insuficiente para ocultar cómo en la última década el éxodo rural y la herida de la despoblación escuece cada vez más en la provincia.

Málaga cuenta, a fecha de 1 de enero de 2019, con 1.661.785 habitantes, la mayoría de ellos mujeres (847.436 frente a 814.349 hombres). Este dato supone un incremento de 20.664 personas respecto a 2018, 1,26 puntos porcentuales, y marca el máximo de población registrado en la última década, apuntalando la tendencia al alza que la provincia muestra desde 2014.

Pese a estas cifras de récord, el dibujo de Málaga, sin embargo, no es muy diferente al del resto de España. Los núcleos urbanos más numerosos en Málaga son los que tienen menos de 5.000 habitantes. Siguiendo la distribución de los municipios por tamaño publicada por el INE, estos suponen el 49,5% del total de los 103 municipios de la provincia. El porcentaje engorda de forma desmedida si el rango se extiende agrupando las localidades de hasta 10.000 habitantes: en total, suponen más del 80% de los municipios. Por encima de esa horquilla de población solo están a penas 19 de los 103 núcleos urbanos de Málaga.

Estas cifras esbozan una realidad compleja y pintan un panorama aún más espinoso si el foco recae sobre el número de habitantes. Por ejemplo: en la provincia de Málaga hay 17 localidades de entre 101 y 500 habitantes y, en conjunto, únicamente vienen en ellas 5.496 personas. En las localidades de hasta 5.000 habitantes viven el 7% de la población total de la provincia.

En la otra cara de la moneda, en Málaga capital, la única localidad que supera los 500.000 habitantes, vive el 34,5% del total de la población de la provincia. Desde 2009, la ciudad ha sumado 7.349 habitantes y durante esta última década han sido los municipios de entre 50.001 y 100.000 habitantes los que más han aumentado, pasando de 409.353 en 2009 a 449.769 en 2019, un incremento de 10 puntos porcentuales.

En el mismo periodo de tiempo, la provincia ha visto crecer los pueblos de menos de 500 habitantes un 54%, pasando de 11 en 2009 a 17 en 2019. Estas cifras apuntalan el éxodo rural, aunque no dan información por sí mismas sobre si el porcentaje de población que ha huido de los pequeños municipios ha sido absorbido por los grandes núcleos urbanos de Málaga. Tampoco presentan una tendencia nueva. En la última década, la línea de población por tamaño de municipios apenas ha manifestado cambios.

Siguiendo los últimos datos del padrón, por población, las localidades malagueñas que concentran más habitantes son la capital (574.654), Marbella (143.386), Fuengirola (80309), Mijas (82.742), Vélez-Málaga (81.643), Torremolinos (68.661), Estepona (68.286), Benalmádena (68.128), Rincón de la Victoria (47.179) y Antequera (41.239).

Por el contrario, las más despobladas son Atajate (168), Salares (169), Benadalid (215), Júzcar (232), Parauta (251), Cartajima (253), Faraján (253), Alpandeire (260), Pujerra (301), Jimera de Líbar (372).

En relación con el año anterior, los incrementos de población más importantes se han dado en la capital (3628), Fuengirola (4913), Mijas (2112), Marbella (1923), Estepona (1274) y Rincón de la Victoria (1086) y los municipios que han perdido más población, Ronda (101), Cortes de la Frontera (80), Frigiliana (77), Campillos (73), Teba (58) y Almogía (55).