La polémica por el abandono del parque Guadalmedina vuelve al Ayuntamiento

La polémica sobre el estado de abandono del Parque Forestal Ciudad de Málaga sigue coleando cinco años después de su inauguración. Tras el estrepitoso fracaso de la repoblación que realizó la extinta Confederación Hidrográfica del Sur y el escaso mantenimiento llevado a cabo por el Ayuntamiento desde entonces, el tema vuelve a recobrar actualidad después de que el grupo municipal de IU haya anunciado que solicitará en el próximo Pleno medidas urgentes para recuperar este entorno.

El portavoz de este grupo, Pedro Moreno Brenes, presentará una moción para conseguir de las administraciones competentes la regeneración de la cubierta vegetal y la recuperación medioambiental del parque forestal del Guadalmedina.

Para IU, este espacio "reúne un patrimonio natural que merece ser conservado y protegido, sin embargo, la situación actual es de dejadez y cierto estado de abandono".

Pero la dejadez del parque viene de atrás. Ni el Ayuntamiento de Málaga ni la empresa adjudicataria ni el Gobierno se han responsabilizado nunca de esta obra que costó a las arcas públicas más de 9 millones de euros y que ahora es competencia municipal.

El principal error que se cometió al abordar este proyecto de reforestación de la margen derecha del río Guadalmedina es que no se tuvieron en cuenta los estudios climatológicos y los botánicos que advertían del riesgo de plantar árboles y plantas de jardinería ornamental debido a las especiales condiciones de la zona.

Esto hizo que prácticamente todos los 248.000 ejemplares que se plantaron se hayan secado debido, no sólo a los errores cometidos durante la plantación, sino al nulo mantenimiento que ha realizado el Consistorio en este tiempo.

El sistema de riego instalado en las 380 hectáreas del parque nunca ha llegado a funcionar. Además, el año pasado el Ayuntamiento autorizó la plantación de decenas de árboles, algunos protegidos y con hasta 200 años de antigüedad procedentes de una obra de la zona de Colinas del Limonar, sin orden y sin unos cuidados mínimos.