"El policía, como el boxeador, sube tranquilo al ring"

Nunca en 30 años, el tiempo que lleva vistiendo el uniforme de la Policía Local, había desarrollado una actuación tan compleja con un tripe objetivo: reducir a un individuo agresivo y bajo los efectos del alcohol y las drogas, controlar a un perro peligroso suelto que amagó con atacarle y la misión prioritaria, poner a salvo a un bebé de 7 meses. El oficial José Antonio Bravo recuerda lo reconfortante de una intervención en la que, junto a sus compañeros del Grupo Operativo de Apoyo (GOA), se "jugó el tipo" y que ayer les fue reconocida durante el acto de la celebración del patrón del citado Cuerpo policial. Los efectivos detuvieron a un hombre que había agredido a su pareja mientras ésta sostenía en brazos al pequeño que ambos tienen en común. Los policías le atribuyen además la supuesta autoría de una agresión sexual, detención ilegal, desobediencia y resistencia a agentes de la autoridad.

Los hechos se remontan al 15 de abril. Una mujer llamaba a la Policía informando de que había sido agredida por su pareja y que había huido de la casa, donde tuvo que dejar a su bebé por miedo a que el supuesto autor, que había estado consumiendo alcohol y drogas por la noche, se despertara. Al parecer, le había propinado varios puñetazos en la cara. Uno de ellos llegó a alcanzarle al niño. Al intentar salir de la casa, la mujer fue retenida y amenazada: "Te voy a matar y te voy a quitar al niño", espetó el individuo, según la víctima.

Los policías del GOA accedieron al inmueble, en la zona de Carretera de Cádiz, con un ariete. Javier Marín, otro de los agentes que intervino, explica que hicieron uso de un escudo de protección. Cada uno de los policías agarró al individuo, con antecedentes por agresiones a agentes, por los brazos y las piernas. "No le dio tiempo a resistirse porque lo sorprendimos y no pudo reaccionar", reconocen. Intervinieron dos cuchillos y dos bates con la inscripción doma esposas. El oficial Bravo añade: "El policía, cuando todo el mundo se pone nervioso, está tranquilo, como un boxeador que sube al ring. Está preparado para eso". Hace unas semanas, el grupo también tuvo que reducir a un hombre que portaba un cuchillo de grandes dimensiones. "Hay que desarmar a esa persona. Es un riesgo para tu vida", manifiesta el policía.

Otra de las actuaciones que también ayer fueron homanejadas tuvo lugar en mayo. Un hombre agredió, supuestamente, a su madre, de avanzada edad, y amenazaba con prenderle fuego a la vivienda. Javier Galán, uno de los policías del GOA que acudió, explica que el individuo, con problemas mentales, había cortado el conducto de una bombona de gas y "parapetado una habitación con colchones". Los bomberos advirtieron de la cantidad de gas que ya se había acumulado. Ante el evidente riesgo, hubo que desalojar el edificio.

El GOA está formado por 44 componentes entre mandos y policías, que actúan en situaciones de especial conflictividad. Su función principal, en palabras de varios de los agentes que lo integran, es apoyar a las unidades territoriales o de distrito. "Hacemos controles en vehículos y en barriadas en las que la actuación de una sola patrulla no es efectiva. También actuamos a requerimiento de los vecinos y cuando se produce un caso de malos tratos en que el autor está armado", explican. Los policías deben llevar a cabo diariamente un "entrenamiento táctico, de tiro" y practican las distintas situaciones de riesgos a las que se pueden enfrentar.

Durante el acto se distinguió a más de un centenar de agentes con cruces al mérito policial por los años de servicio cumplidos (15, 20 ó 30). Además, un conductor de la EMT recibió un reconocimiento a la mejor colaboración ciudadana después de que, al presenciar una agresión, interviniera y forcejeara con el presunto autor. Llegó a separarlo de la víctima y controló la situación hasta que llegó la Policía. Como novedad este año durante el Día del Patrón, la Jefatura del distrito Cruz de Humilladero fue reconocida como la Jefatura "más eficiente energéticamente".

Dos policías locales protagonizaron el pasado mes de abril el servicio humanitario más destacado por el Cuerpo. Un hombre que estaba desayunando en una cafetería situada en calle Tomás de Echevarría se había desplomado tras sufrir un infarto. Una dotación colaboró con los sanitarios del 061 en la reanimación cardiopulmonar. Se turnaron durante 40 minutos, hasta que entre todos lograron estabilizar al paciente, que fue trasladado a un hospital.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, señaló en su intervención tras la entrega de medallas que tener a un policía en casa es siempre "un vivero de vocación" y ensalzó la labor que desempeña la Policía Local también en materia de seguridad. Así, recordó que la ciudad acoge más de 5.000 eventos, con el correspondiente "esfuerzo" que para los efectivos ello lleva consigo.