Málaga

De policías a matronas

  • Dos agentes de Pizarra ayudan a una embarazada a dar a luz en plena calle · Tanto el bebé como la madre están bien · El niño llevará el nombre de uno de sus matronas

En la academia los formaron para asistir un parto, pero no tenía nada que ver con la realidad. Raúl García y Alejandro Rebollo aseguran que lo aprendido tenía mucho más de teórico que de práctico. Estos dos policías locales lo pudieron comprobar el pasado miércoles al convertirse de buenas a primeras en matronas y asistir a una embarazada que dio a luz en plena calle en Pizarra. Sobre las 5:00 de la mañana los dos agentes se encontraban haciendo labores de vigilancia por la Avenida de la Fuensanta de la localidad cuando oyeron los gritos de una mujer.

Al momento, comprobaron como una chica de unos 20 años de edad se encontraba en el suelo con varias personas a su alrededor. Los dos policías se acercaron y vieron como la joven, embarazada, había roto aguas, así que avisaron a los servicios sanitarios. Pero el parto no se hizo esperar. La joven ya había dilatado así que no se lo pensaron dos veces: pidieron agua, toallas y una manta y tendieron a la mujer. "No dio tiempo a nada. La mujer comenzó a empujar y mi compañero sacó al niño", asegura Raúl, que no se quedó tranquilo hasta que vio al niño en las manos de su compañero. El parto, que fue natural y no presentó ninguna complicación, duró unos 10 minutos y fueron ellos mismos los que hicieron las maniobras para sacar al niño y cortaron el cordón umbilical con ayuda de dos pinzas de tender la ropa.

La ambulancia llegó poco tiempo después del alumbramiento y trasladó a la mujer y a su hijo hasta el Hospital Clínico Universitario de la capital.

Para estos dos policías, que viven en Málaga, era la primera vez que se encontraban ante una situación de estas características. Ni Raúl, que lleva cinco años en esta profesión, ni Alejandro, que es policía desde hace cerca de dos años, pensaban que una noche de patrulla por el municipio iba a terminar así. "Nunca me había encontrado con algo parecido. Es una situación muy bonita. Nos quedamos sorprendidos", asegura Raúl. "La satisfacción de haber contribuido a esto es algo único", explica Alejandro.

La joven, de origen rumano, pertenece a una familia vecina de la localidad y tanto ella como el recién nacido se encuentran en buen estado de salud. El niño pesó 3,200 kilos y come mucho, según explicó un familiar a los policías, que aún no han tenido oportunidad de visitar al pequeño y a la mujer. No obstante, los dos policías ya han sido invitados al bautizo. La madre dice que lo tiene claro: el niño será policía y llevará el nombre de uno de los dos agentes.

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