Los polígonos industriales de Málaga capital, especialmente el del polígono Guadalhorce, son foco de atención cuando hay lluvias fuertes porque son un punto habitual de inundaciones, con lo que ello implica en pérdidas para las miles de compañías que allí se asientan. Ayer tampoco se libraron. A partir de las ocho de la mañana ya se observaban las primeras fotografías de calles completamente anegadas.

Sergio Cuberos, directivo de la patronal Apoma y propietario de la cadena de supermercados Maskom, cuya base operativa está en el polígono Guadalhorce, destacó que el desbordamiento del río Guadalhorce en Cártama ya provocó problemas en el polígono Huertecillas y en Mercamálaga desde muy temprano. A eso se le añadieron las habituales inundaciones en el polígono Guadalhorce y en la carretera Intelhorce. Allí hay una vaguada que se creó hace unos años para que los camiones no chocaran con el tren de cercanías, que circulaba anteriormente por arriba, y que cuando llueve provoca una auténtica balsa, hasta el punto que un autobús se quedó varado y hubo que rescatar al conductor.

Cuberos denunció que en la calle Joaquín Vargas, en el polígono Santa Teresa, siempre hay problemas porque "cuando se hizo a nadie se le ocurrió poner registros de agua, por lo que cuando llueve es una riada directa hacia el polígono". "No se ha corregido nada pese a que lo hemos denunciado en numerosas ocasiones al Ayuntamiento de Málaga. No es solo cuestión de que se desborde el río, sino también de que hay infraestructuras mal hechas", lamentó Cuberos, quien aseguró que los empresarios están ya "cansados" de que se repita la misma historia una y otra vez cuando llueve.

El directivo de Apoma criticó además que la Policía Local no les dejó entrar por la tarde en las empresas para analizar los posibles daños y operar, paralizando así la actividad.