"La población susceptible de ser atendida en la provincia de Málaga superaría claramente la población de referencia a efectos de financiación de los centros sanitarios". La conclusión de un informe de la Fundación Ciedes no es ningún descubrimiento. Hace años que los gestores y los profesionales del Servicio Andaluz de Salud (SAS) conocen el desfase existente entre la población empadronada y la real. Pero el valor del documento es que deja constancia de una problemática que comparten todas las zonas con afluencia turística y migratoria: el descuadre entre los habitantes reales a atender y los que se toman como referencia a efectos presupuestarios, una diferencia que repercute no solo en la sanidad, sino también en otros servicios como la recogida de basuras.

El análisis de la Fundación -incluido en el informe La situación del sistema sanitario malagueño- apunta que en la provincia a efectos de financiación de los hospitales del SAS hay una población de referencia de 1.269.252. Pero añade que además hay una población en posible situación irregular de más de 66.000 personas y alrededor de 41.000 turistas que son susceptibles demandantes de atención sanitaria. Es decir, casi 110.000 potenciales usuarios del sistema público de salud que no rezan en el padrón -que depende de los ayuntamientos- a efectos de financiación.

La advertencia no se plantea en tono crítico hacia la administración sanitaria, sino descriptivo; como una característica a tener en cuenta a la hora de hacer los cálculos presupuestarios. El análisis parte del dato de que la población de la provincia ha sido la que más se ha incrementado en el periodo 2000-2010 después de la de Almería. El crecimiento demográfico almeriense en esa década ha sido del 34,22% y el malagueño, del 25,86%. En ese tramo, también aumentó la población andaluza, pero la media fue del 14,05%, según los datos recogidos por la Fundación Ciedes en su informe.

"El notable incremento de la población en la provincia de Málaga se ha debido en gran medida al incremento de la población extranjera, que casi se ha cuadruplicado entre 2000 y 2010, hasta alcanzar los 275.027 habitantes, que representan cerca del 40% de la población extranjera empadronada en la región andaluza (704.056 no españoles)", indica el estudio. En el año 2.000, la población extranjera de la provincia era de 73.419. Además, el informe asegura que Málaga "sería" la provincia de con más población en situación irregular de la comunidad autónoma.

Al incremento de la población malagueña de la última década, más acusado entre los extranjeros, el informe suma la afluencia turística y destaca que la llegada de visitantes "afecta directamente al desarrollo de la actividad en los distintos centros y hospitales de la provincia ya que, especialmente en el periodo estival, suponen una mayor presión asistencial que hay que atender". Incluso recuerda el fenómeno del "turismo sanitario", de personas de otros países que arriban a Málaga para operaciones que su estados no les cubren.

"Por tanto, a la propia población de referencia que señala el Servicio Andaluz de Salud a efectos de financiación -que estaría conformada por aquellos habitantes con tarjeta sanitaria en vigor- habría que añadir una población oscilante, que además podría estar formada por aquella población extranjera en situación irregular, que aún encontrándose empadronada no posee tarjeta sanitaria o viceversa; por población no empadronada y por el flujo de turistas, tanto nacionales como internacionales", argumenta el estudio de la Fundación Ciedes. Incluso apunta que "la población susceptible de asistencia sanitaria podría ser mayor" ya que el análisis no ha incluido la actividad extrahotelera.

Por eso, a modo de conclusión, el trabajo destaca que "la evolución de ambas variables -tanto el crecimiento de la población extranjera como el repunte de la actividad turística en Málaga- influyen decisivamente en la gestión, ordenación y planificación del sistema sanitario en la provincia".