Un (pre)candidato muy fiel al PSOE-A
Pedro Sánchez, que aspira a ser el secretario general del partido, propone seguir el modelo marcado por Susana Díaz y una política basada en un "cambio profundo desde abajo"
El aspirante a candidato a la secretaría general del PSOE Pedro Sánchez centró ayer su primer acto de campaña en Málaga en una defensa del modelo de Gobierno impulsado en Andalucía, donde lidera su formación política. "El socialismo andaluz debe ser la pieza central, el corazón del proceso del cambio histórico que afrontará el partido en el Congreso de julio", destacó el aspirante, que considera que la comunidad autónoma es el "bastión, la defensa, el paraguas y la alternativa al PP del dolor".
Indicó que Málaga constituye "la cuna del socialismo andaluz" y elogió la figura de la actual presidenta de la administración regional, Susana Díaz, por su "talla política y moral". "Queremos un Gobierno en España como en Andalucía, que proteja a los más débiles, que reconozca el derecho a la garantía alimentaria porque son cientos de miles de niños los que sufren dificultades. Aquí existen programas específicos para luchar contra la pobreza infantil", resaltó Sánchez.
Asimismo, arremetió contra el Ejecutivo de Mariano Rajoy, a quien acusó de estar construyendo "una sociedad desigual" con la creación de medidas que causan, expresó, "mucho dolor". En este sentido, según anunció, la primera actuación que su partido llevará a cabo si gana las elecciones en noviembre de 2015 será "derogar la reforma laboral", que está causando, a su juicio, "efectos dramáticos para los trabajadores".
El aspirante a candidato del PSOE abogó también por comenzar el camino de la renovación "auténtica, la que viene de abajo". "Represento a la fuerza de la base, una persona que también sufrió el desempleo y que ha sido trabajador autónomo. Propongo abrir las Casas del Pueblo, aumentar las bases de los militantes, que sean ellos los protagonistas del cambio, limitar los mandatos orgánicos e institucionales, ser beligerante contra la corrupción", detalló Sánchez.
Respecto al otro aspirante a liderar la secretaría general del PSOE, Eduardo Madina, evitó entrar en polémica. De hecho, no entró a valorar las denuncias acerca de la existencia de maniobras de antiguos pesos pesados del partido y procedentes del aparato en Ferraz para condicionar el voto de los militantes contra las aspiraciones del diputado vasco. Pero eso sí, Sánchez recalcó que aspira a "hacer una nueva política que consiste en ir de frente y hablar claro". "Se necesitan lideres con coraje, que empujen y no que sean empujados", afirmó. El precandidato, que se define como "un socialista de izquierdas, laico y republicano", no aclaró si contaría con Madina en su ejecutiva, aunque dijo que pretende apostar por la "fortaleza del PSOE", lo que supone, en su opinión, "una suma de cambio y de unidad". "Si gano la secretaría, uniré a todos los compañeros del partido en torno a un proyecto común. Lo que no quiero es lo que ocurrió hace dos años y medio, que la organización salió debilitada de un proceso", aseveró.
Una política entendida como "deporte de equipo"
Entre las numerosas cuestiones formuladas ayer por los periodistas al aspirante a candidato a liderar el PSOE que ayer intervino en Málaga, destacaba la de si optaría, en caso de ser elegido, a la presidencia del Gobierno. La respuesta generó dudas que no quiso resolver. "Jugué al baloncesto en el Estudiantes y entiendo la política como un deporte de equipo. Además, soy del Atlético del Madrid y, como dice su entrenador, [Diego Simeone], partido a partido, kilómetro a kilómetro. Vamos a hacer que el PSOE gane este congreso y salga fortalecido", comentó el socialista, que cree que con ello "se habrá puesto la primera piedra para remontar".
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