Alquilar una vivienda en Málaga capital sale ahora mucho más caro que hace apenas cinco años: un 48% más para ser exactos. Así lo refleja un informe del portal inmobiliario Fotocasa publicado este martes en el que se señala que el precio medio del alquiler de un inmueble en la capital malagueña era de 6,95 euros por metro cuadrado en junio de 2015 y en junio de 2020 era de 10,32 euros por metro cuadrado.

Málaga es la capital andaluza que ha experimentado un mayor incremento del precio, aunque es la segunda más cara por detrás de Sevilla, donde el coste medio es de 10,51 euros por metro cuadrado. La tercera es Cádiz capital con 10 euros por metro cuadrado y, en el polo opuesto, está Jaén con 6,24 euros por metro cuadrado. El incremento medio de precio en Andalucía en los últimos cinco años ha sido del 43% con un coste de 8,71 euros por metro cuadrado. 

“La demanda de vivienda en alquiler ha despegado con fuerza en nuestro país en los últimos años y ha empujado a que los precios crezcan mucho en poco tiempo. Este hecho sumado a la escasez de oferta de vivienda en alquiler en nuestro país explica los grandes incrementos que estamos registrando. De hecho, en nueve comunidades autónomas se han superado durante los últimos meses los precios máximos que se habían alcanzado en los años de la burbuja inmobiliaria”, explica Anaïs López, directora de Comunicación de Fotocasa.

En el caso concreto de Málaga, alquilar una vivienda tipo de 80 metros cuadrados tiene ahora un precio medio de 825 euros y en junio de 2015 era de 556 euros, por lo que la diferencia es más que notable. No obstante, las tornas pueden cambiar con el coronavirus. Uno de los problemas en Málaga es que había poca oferta de vivienda en alquiler al destinarse muchos inmuebles al arrendamiento vacacional. La escasez de turistas provocada por el Covid-19 y, en ciertas zonas, un exceso de oferta de viviendas turísticas ya está suponiendo que muchos propietarios estén optando de nuevo por el alquiler de larga temporada, lo que abaratará los precios. No obstante, parece difícil llegar a la cota de años anteriores ya que, una vez se establece una horquilla habitual, es complicado rebajar el precio, máxime en una capital como Málaga que es una de las ciudades españolas que más personas atraen por motivos laborales.