El precio de los carburantes sigue a la baja en Málaga y marca mínimos para este verano

Pequeño respiro para el bolsillo de los conductores de la provincia. El precio del carburante continúa bajando en este inicio de septiembre, alargando así la tendencia iniciada en julio y situándose en mínimos para este verano. En concreto, la gasolina 95 marca estos días en Málaga un precio medio de 1,448 euros el litro, al tiempo que el valor medio del diésel normal se instala en 1,516, de acuerdo a los últimos datos de la web geoportalgasolineras, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica.

Con los precios medios actuales, llenar un depósito medio de 55 litros de gasolina tiene un coste de 83,38 euros, es decir 4,76 menos que a comienzos de año, cuando ascendía a 88,05. Por su parte, para los vehículos diésel, esta misma operación supone un desembolso de unos 79,64 euros, 4,12 menos que en enero, cuando suponía 83,76.

Sin embargo, también es posible repostar en Málaga por debajo de ese precio, ahorrándose con ello unos cuantos euros. En la capital, esto es posible, entre otros sitios, en la gasolinera Ballenoil situada en el número 113 de la Avenida Velázquez, en la que se puede echar gasolina a 1,289 y gasoil a 1,239; o también en la Petroprix de la calle Escritora Carmen Bravo Villasante, 2, en la que se comercializan a 1,389 y 1,299, respectivamente.

Sea como sea, ambos carburantes se quedan lejos de los máximos que registraron el verano de 2022; entonces, en julio, la gasolina alcanzó los 2,141 euros y el diésel los 2,1. Ahora, por tanto, se mantiene, la situación habitual anterior a la invasión rusa de Ucrania, que provocó que el precio del gasoil fuese más caro que el de la gasolina de forma continuada desde agosto de 2022 hasta mediados de febrero de 2023, cuando se rompió la dinámica.

El precio de los carburantes, cabe recordar, depende de múltiples factores, como su cotización específica (independiente de la del petróleo), la evolución del crudo, los impuestos, el coste de la materia prima y de la logística y los márgenes brutos. Además, los cambios en la cotización del crudo no se trasladan directamente a los precios de los carburantes, sino que lo hacen con un decalaje temporal.