Málaga

La mayor presencia policial por el 'botellón' reduce los actos incívicos

  • Las denuncias de la Policía Local por hacer ruido, miccionar o ensuciar la vía pública están disuadiendo a los jóvenes, según el Ayuntamiento · La impresión de los vecinos varía según la zona del centro

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La continua presencia de los 50 policías locales que forman el dispositivo especial para combatir el botellón en el centro histórico de la capital malagueña durante los fines de semana está contribuyendo a disuadir a muchos jóvenes a cometer algún tipo de acto incívico. Al menos, esa es la impresión del Ayuntamiento de Málaga y de parte de los vecinos del casco antiguo que desde que se prohibió beber en la vía pública han notado un descenso de las molestias que ocasionaban por las noches. Aunque no todos comparten esta sensación y hay vecinos que aseguran que la situación está incluso peor que nunca.

La clave ha estado en el aumento del número de denuncias por gritar, cantar, miccionar o arrojar papeles en plena vía pública. Según los datos de la Policía Local, sólo en el centro histórico de Málaga se han puesto casi medio millar de multas desde que empezó el año por este tipo de conductas, la mayoría desde que el pasado mes de julio el Ayuntamiento puso en marcha este dispositivo de vigilancia policial tras prohibir el botellón en el Paseo de los Curas.

El grueso de las denuncias, unas 281 en total, fueron por pillar a jóvenes in fraganti miccionando en la calle. Otras 176 multas fueron por hacer más ruido del permitido y ocasionar molestias a los vecinos. En concreto, 116 por vociferar o cantar y 60 por utilizar equipos de sonido. El resto se debieron a arrojar colillas, papeles o cáscaras de pipas al suelo.

Y todo ello sin contar con las más de mil multas que la Policía Local ha tramitado en apenas dos meses por beber en algún punto del centro histórico

El director de Juventud del Ayuntamiento de Málaga, Mario Cortés, está satisfecho con los resultados del plan especial de vigilancia y asegura que se ha conseguido no sólo reducir la incidencia de los botellones ilegales sino que además "se ha reducido el nivel de ruido gracias a la presión policial".

Los vecinos del entorno de la Plaza de la Merced, donde hasta 2006 se concentraban los jóvenes cada fin de semana a hacer botellón, coinciden en que "estamos notando que la cosa está mucho mejor" desde que la presencia policial en las calles del centro se incrementó el pasado mes de julio.

Según la presidenta de la asociación de vecinos de la Plaza de la Merced, María Teresa Repiso, desde que se prohibió el botellón en el Paseo de los Curas "hay mucho menos ruido en las calles aunque eso no significa que de vez en cuando se oiga a uno gritar en plena madrugada"

Pero no todos los vecinos del casco antiguo de la ciudad tienen la misma sensación. María Dolores Acosta, ex presidenta del colectivo vecinal del Centro Histórico, señaló que la situación está ahora "peor que nunca" debido a que los jóvenes "no tienen ahora otra alternativa que estar en el entorno de los bares desde primera hora de la noche".

Los vecinos de esta zona se han propuesta denunciar cada uno de las conductas molestas que detecten "para pedir las responsabilidades que correspondan", advirtió.

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