Las primeras obras del plan turístico de Málaga reciben más de cien ofertas

El éxito del plan turístico de Málaga capital parece despertar pocas dudas, no sólo por la necesidad de actuar sobre ciertas zonas del casco antiguo, con los alrededores de la Catedral y del Museo Picasso como referencias, sino también por el atractivo inusitado que está generando entre las empresas del sector de la construcción. En momentos económicos sumamente delicados, las dos primeras intervenciones dibujadas y financiadas con cargo a este plan, acordado por el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía, ha recabado más de un centenar de ofertas.

Así consta en las proposiciones económicas abiertas por la Gerencia de Urbanismo en los últimos días para los proyectos de intervención para la renovación urbana de los ejes compuestos por las calles Císter, San Agustín, Duque de la Victoria y Molina Lario, de un lado, y por Alcazabilla y Pozo del Rey, por el otro. La primera de las acciones es la que más interés ha despertado, puesto que son 62 las firmas que han puesto sobre la mesa sus proposiciones.

Esta actuación fue licitada hace apenas unas semanas por un coste inicial, de casi 1,8 millones de euros y un plazo de ejecución de seis meses. De entre todas las ofertas, la más económica es la de Martín Casillas, SLU Construcciones, por algo más de 1,3 millones, mientras que la que más acorta el plazo es Movimientos y Nivelaciones, SL, con 109 días. Si bien el número de empresas locales que concurren es elevado, destaca la presencia de constructoras nacionales como Dragados y Ferrovial Agroman, entre otras. En la obra objeto de concurso, en un tramo de Alcazabilla y la calle Pozo del Rey, el presupuesto ronda los 720.000 euros.

En ambas localizaciones, el proyecto prevé la renovación de los pavimentos, al tiempo que se aprovechará para modificar las redes de abastecimiento de agua y se reforzarán las redes unitarias pluviales para mejorar el drenaje de la zona. En la calle Molina Lario, por ejemplo, se elevarán las luminarias del alumbrado público para mejorar el nivel de iluminación. Asimismo, se plantea como medida a medio y largo plazo la instalación de una pilona retráctil en la calle Pintor Nogales, al objeto de limitar el acceso de vehículos a su entorno.

La intención de las administraciones implicadas es la de dar protagonismo al peatón sobre el vehículo privado. Para ello, como norma general, las zonas habilitadas para tráfico rodado quedarán igualadas a la altura de las aceras. Estas son las dos primeras piezas del plan turístico, que contempla una inversión total de unos 22 millones en los próximos años.