Málaga

El principal grupo científico de la UMA se independiza en un instituto

  • El Instituto de Ingeniería y Tecnología del Software se crea sobre los cimientos de Gisum, con 100 investigadores y 40 proyectos en marcha valorados en ocho millones de euros

El grupo de Ingeniería del Software de la Universidad de Málaga (Gisum) que durante años ha sido el equipo de investigación más grande de esta institución académica y el principal de Andalucía en el ámbito de la informática da un paso adelante para convertirse en un instituto universitario independiente. Veintitrés años después de empezar a constituirse, también entonces en medio de una crisis, el megagrupo cobra identidad como estructura única, convertida en un paraguas que cobija nueve grupos de investigación y un centenar de personas que desarrollan en la actualidad 40 proyectos de investigación, 15 de ellos europeos, por un importe global de ocho millones de euros.

José María Troya, coordinador del grupo e impulsor del denominado Instituto de Ingeniería y Tecnología del Software, explica que el objetivo de esta transformación es tener “más espacio, más medios y visibilidad propia”. El equipo puede ahora empujar en dos direcciones: solicitar como instituto financiación al tiempo que cada grupo, a su vez, compite por recursos en los diferentes programas de I+D.

Nace, por otra parte, con un perfil amplio que abarca desde la investigación básica a la seguridad, bases de datos, bioinformática, metodologías avanzadas de desarrollo o informática aplicada a la industria. “Nos ocupamos de todo el espectro del software. Desde lo más básico a lo más aplicado. Esta es una ventaja competitiva que hasta ahora nos ha ido muy bien”, reconoce Troya. También incluye las spin-off surgidas en su seno, o sea proyectos de empresas surgidos a partir del conocimiento científico. Por el momento, el instituto cuenta con dos: Softcrits y S2Lab.

La creación del instituto responde a una vieja aspiración de José María Troya firme defensor de que las universidades abran las puertas a la contratación de científicos. Lamenta que la única fórmula viable para incorporar investigadores estables sea a través de la docencia. Si no hay necesidad de profesores, no es posible tener investigadores estables, circunstancia que desde su punto de vista “limita” el potencial investigador de las universidades.

El Instituto de Ingeniería y Tecnología del Software hereda de Gisum 80 personas contratadas con cargo al presupuesto de los 40 proyectos de investigación operativos. Es decir, cuando esos proyectos concluyan, los investigadores contratados se quedarán en el aire.  

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