Francisco de la Torre | Alcalde de Málaga

"Tengo prisa por hacer más cosas; mis años de utilidad a la ciudad son limitados"

  • De la Torre vuelve a evitar apoyar a Bendodo como número 2 a las municipales

  • Rechaza la posibilidad de modificar el proyecto contemplado para el Auditorio

Francisco de la Torre posa junto al reloj de la Casona del Parque.

Francisco de la Torre posa junto al reloj de la Casona del Parque. / reportaje gráfico: javier albiñana

-Hace justo una semana, en el acto de Pablo Casado, el presidente provincial del PP, Elías Bendodo, afirmó: "Nuestro alcalde está más en forma que nunca". ¿Es así?

-Me siento bien. A pesar de que trabajo muchas horas. Debería trabajar un poquito menos y hacer más deporte.

No debo poner límites a la confianza de los malagueños; hay que aspirar a la mayoría absoluta"El ministro De la Serna no veía bien que hiciésemos la explicación de la vía perimetral"

-¿Cuántas horas?

-Hay días que 14 o 15 horas, sin contar las que dedico en casa.

-¿Ha cambiado su ritmo ahora con respecto a hace diez años?

-Es prácticamente el mismo. Tengo la mala costumbre de no tomar vacaciones. A veces lo hecho un poco de menos. Este año estuve dos o tres días pero me dediqué a impulsar el programa de desfibriladores; también estuve dedicado a lanzar cartas de apoyo a Proyecto Hombre.

-Siempre ha condicionado su decisión a ser candidato al cariño de los malagueños y a encontrarse bien de salud. ¿Si notase que no es capaz de seguir el ritmo de trabajo necesario daría un paso al lado?

-No le quepa duda. Si noto que no puedo dar lo que es necesario lo haría. Pero hoy por hoy me noto con esa capacidad y con una experiencia interesante. Sé que los años totales que pueda tener de utilidad al servicio de la ciudad son limitados y entonces tengo como más prisa de hacer más cosas.

-¿Tiene algún problema personal con que Elías Bendodo vuelva a ser número dos en su candidatura?

-No, ningún problema personal; siempre digo que es un tema que se tiene que ver en el comité electoral. Es una persona preparada, que ha demostrado su eficacia en la gestión en la Diputación.

-¿Ha tenido la impresión de que en su partido algunos le querían jubilar?

-Yo no, no sé si alguno ha tenido esa percepción. Porque alguno me invitara o me dijera que por qué no me presentaba a las generales de tal fecha... En los últimos meses me han pedido que me presente y si es así es porque no me piden que me jubile.

-Cuando habla de la invitación a ser cabeza al Congreso...

-No era una jubilación de la política, era marcar otro camino. Yo había dicho en las elecciones que iba a estar cuatro años, mi compromiso era ése. Mis compañeros me lo pedían todos los días que lo dijera. Por la mañana, por la tarde, por la noche, a cada momento, que aprovechara y lo dijera.

-Asumida la tesis de que el tiempo de mayorías absolutas ya pasó, ¿cuál sería un resultado para usted aceptable en 2019?

-No debo poner límites a la simpatía o confianza que quieran depositar en mí los malagueños. Hay que aspirar a la mayoría absoluta, para gobernar como si no la tuvieras. Y si no quedar cerca de ella.

-¿Le parecería aceptable repetir una fórmula similar a la de este mandato?

-Es una fórmula viable, pero quizás en ese caso, en la hipótesis de no tener la mayoría absoluta, corresponde a la otra formación decidir si prefiere estar solo en el apoyo de investidura o formar parte del gobierno. Para mí no supone ningún problema. Es una forma menos compleja, supone tener un diálogo y un trabajo muy leal, donde el interés de la ciudad se pone por encima de cualquier interés de partido.

-Al margen de usted, ¿ve a alguien capacitado para llevar las riendas de la ciidad en los próximos años?

-Es una pregunta compleja y difícil. Si digo que no quedo como un soberbio, distante de otros, y si digo que sí no sé si estoy en lo cierto porque no conozco la perspectiva y visión que cada uno tiene de los temas. Cada uno sabe hasta qué punto tiene ese conocimiento global, de las prioridades, de cómo abordar las mejores soluciones en el plano político, técnico, cómo dialogar con las administraciones pero al mismo tiempo defender los intereses de la ciudad, por encima de cualquier estrategia de partido. La ciudad ante todo; primero Málaga.

-¿Esa apuesta de "primero Málaga" le ha generado conflictos con su propio partido?

-Ha podido haberlos, pero no les doy importancia. Lo tuve con el ministro Álvarez Cascos, cuando insistía en que el soterramiento del AVE. Era un hombre difícil, inteligente pero difícil. También, a veces, el ministro De la Serna, que no veía que hiciésemos la explicación de la vía perimetral del área metropolitana. Sé que en el ámbito del Ministerio se prefería que no se hiciese esa explicación.

-¿Puede garantizar que el Ayuntamiento va a tener nuevo presupuesto para 2019?

-Hoy por hoy no lo puedo garantizar. Creo que no hay razones en el planteamiento que Ciudadanos ha hecho; se suponía que para 2019 iba a ser más rápido. Es verdad que en verano el área de Economía recibió una serie de temas entre los que se planteaba el tema de la plusvalía. En estas cuestiones lo importante es poner siempre el interés de la ciudad por delante. Si lo ponemos todos habrá presupuestos, pero si queremos poner estrategias de partido complicamos el tema.

-La semana pasada los atascos provocaron el malestar de trabajadores y empresas del PTA.

-En estos problemas de movilidad la Junta está suspendiendo de una manera clamorosa. Habría que hacer las operaciones ya habladas en Ciedes. El bus-VAO, la glorieta o el paso bajo la misma. El PTA lo merece. El PTA tiene que modular el crecimiento y pensar que la ciudad tiene un atractivo igual o superior al del parque. Hay empresas que a lo de la movilidad hablan de su deseo de estar en Málaga. Pero hoy el parque necesita una respuesta.

¿Dónde ve esa traslación del PTA a la ciudad?

-Hay muchos espacios, el entorno del Centro, los suelos de Repsol, el litoral... El parque está construido en una etapa en que se fijaba el espacio productivo, el espacio residencial, todo separado por 10 o 15 kilómetros. Hoy se hubiese hecho un parque más urbano. Barcelona lo vio muy claro. Allí lo tuvieron seis años antes que aquí, pero lo tuvo también Madrid y Vizcaya. Andalucía lo pudo tener, pero como resultaba que salía Málaga en los estudios era adelantarse muchos años al parque de La Cartuja. Es así de claro.

-En el acto de Pablo Casado denunció usted que la ciudad sufría "zancadillas" de una administración "sectaria". ¿Hablaba de la Junta?

-Ha pasado alguna vez. Es una administracion muy centralita. Ayer [por el pasado miércoles], en el acto de celebración del Pacto de Antequera, a Rodríguez de la Borbolla le salió el tic centralista. Dijo que le parecía desleal que el alcalde madrileño de Málaga [en alusión a Pedro Aparicio], una forma de hablar poco respetuosa y poco cariñosa de un compañero de partido, hiciera un recurso a un decreto de coordinación de las policías locales.

-¿Le preocupa que la nueva Alameda no esté antes de las municipales?

-No. Trataré de que nuestra parte esté lista. La Junta está pendiente de resolver si hace o no la parte final. Espero que sea una postura sin torcida intención de retrasar las obras.

-¿En qué mejora una Limasa municipal a una Limasa cien por cien privada?

-En que los trabajadores aceptan que una parte del suelo tiene que ir ligado a la productividad. Eso ayudará a que haya una mejor visión en el ámbito de los vecinos y que colaboren en mantener limpia la ciudad.

-¿Los trabajadores lo tienen claro?

-Saben que tiene que ser así o si no, no avanzamos. Esa es la diferencia con los partidos de izquierda, que creen que por decir que Limasa va a ser municipal está todo resuelto.

-Pero usted necesita de esos partidos para sacar adelante el nuevo modelo.

-Pueden apoyarla en esos términos o si nos les gusta pueden abstenerse. No voy a cambiar eso, lo he dicho claramente.

-Y el asunto de la posible reversión...

-Si una cosa no funciona no se mantiene en el tiempo. El interés de que funcione y que la gente esté satisfecha va a estar latiendo como telón de fondo, sin que haya una angustia por ello. Pero es obvio que el Pleno tendrá que ir viendo como funcionan las cosas.

-Su gran deseo es el Auditorio. ¿Cree que se puede ir adelante con un proyecto que vale 100 millones?

-Lo que hay que ver es qué capacidad de usos tiene. No olvidemos que este equipamiento es de carácter regional. Es evidente que el mapa andaluz no está cubierto con el auditorio de Sevilla; Málaga puede dar servicio al espacio mediterráneo, desde Algeciras a Motril. Con esa visión no estamos hablando de un equipamiento exagerado.

-¿Usted no va a acepar otro proyecto que no sea este?

-Es mi obligación, no es ningún empeño, sino que el territorio al que se sirve merece la pena.

-Usted desveló semanas atrás conversaciones con la UCAM para que instale un centro universitario en la ciudad. ¿Le va a regalar 40.000 metros a esta institución para este proyecto?

-No es regalo. Saldrá en las condiciones que legalmente y desde el punto de vista de la lógica se plantee. Todo eso tendrá el estudio correspondiente. Deseo que haya más universidades privadas y que la UMA sea la mejor posible de Andalucía y de España. No excluyo que algún día Loyola, aprobada por la Junta, pueda tener campus en Málaga. Había una universidad, la Europea, que quería venir a Málaga pero que no se aprobó, estuvieron cuatro años mareándola, sin contestarle.

-Usted defendió la opción de ampliar el Museo Picasso aprovechando San Agustín.

-Lo hice ya cuando Chaves estaba de presidente, con Griñán y con Susana Díaz y siempre con presencia de la familia Picasso. Ella es pieza básica del museo. Admiro profundamente a Bernard y a Christine por su compromiso con Málaga. Son ellos los que han hecho posible el museo, con su colección y su determinación de que fuera Málaga. En Málaga y solo en Málaga y no en otro sitio del sur de España. No sé si hablo con claridad.

-¿Si hubiese sido por la Junta hubiese sido Sevilla?

-No entro en más consideraciones. Digo lo que digo porque puedo decirlo.

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