Un joven de 22 años se enfrenta a una petición fiscal de dos años de prisión por abusar sexualmente de una menor de 13, hija de un compañero suyo de trabajo en San Pedro Alcántara, en Marbella.

El procesado conoció a la menor en el restaurante en el que él y el padre de la víctima trabajaban en la localidad malagueña de Benahavís y, a partir de entonces, se entabló una relación de cercanía y se ofreció en varias ocasiones a llevarla en su vehículo, según el escrito provisional del ministerio público, al que ha tenido acceso Efe.

El fiscal mantiene que entregó a la menor tabaco con el propósito de obtener lo que él llamaba "un beneficio", claramente de carácter sexual, y pese a ser conocedor de la edad de la joven, ya que se lo hizo saber en distintas conversaciones que mantuvieron a través de Instagram.

En dichas conversaciones interrogó a la menor sobre diversos aspectos sexuales y le propuso pasar una noche juntos.

El 7 de julio de 2019 la víctima y el acusado quedaron en San Pedro Alcántara junto al domicilio de una amiga de la menor, con quien supuestamente (y de cara a los padres) dormiría aquella noche y tras recogerla la llevó a su domicilio, a un mirador y a la playa, lugares donde abusó de ella.

El investigado está acusado de un delito de abusos sexuales a menor de 16 años y el fiscal pide que también se le prohíba aproximarse a una distancia no inferior de 500 metros durante tres años.

En mayo de 2021 el acusado procedió a la consignación de 6.000 euros en la cuenta de depósitos y consignaciones de la Audiencia Provincial de Málaga en concepto de reparación del daño ocasionado a la víctima, con reconocimiento así de los hechos acontecidos.

En el relato acusatorio el ministerio público dice que no se opone a la concesión del beneficio de suspensión de la pena de libertad si fuera condenado siempre que abone la responsabilidad fijada y la imposición en un programa formativo de educación sexual.