El juez procesa por cinco tentativas de homicidio al 'kamikaze' de Larios

El magistrado concluye la instrucción de la causa con un auto de procesamiento en el que resalta que cometió los atropellos con la intención de matar a las víctimas

Otras tres personas resultaron heridas graves en La Constitución.
Otras tres personas resultaron heridas graves en La Constitución.
Redacción / Málaga

01 de mayo 2009 - 01:00

El titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Málaga ha dictado auto de procesamiento contra el guardia civil retirado Antonio B. M. por cinco presuntos delitos de intento de homicidio al arrollar a varias personas el 30 de agosto del año pasado cuando irrumpió con su vehículo en la calle Larios.

El magistrado indica en el auto de procesamiento que Antonio B. M., cometió los atropellos con intención de matar.

El suceso ocurrió hacia las 12:50 de aquel sábado cuando el turismo marca Rover 25 con matrícula 3246 DBN entró entre las jardineras que cierran el acceso a los automóviles que circulan por la Plaza de la Marina. Unos metros más adelante, en el cruce con Sancha de Lara y Martínez, embistió a un matrimonio de turistas italianos formado por Asumpta Mastroniani y Mario Cuarta.Mediada la calle Larios, el turismo rozó con un lateral a Kari y Rita, un matrimonio finlandés que cayó al suelo. Ya en la plaza de La Constitución arrollló a una turista alemana de 42 años, que sufrió heridas muy graves, que se encontraba junto a su marido y su hijo adolescente. Y unos metros más adelante atropelló a otra pareja, un hombre de 59 años y su mujer de 52, ambos españoles.

El acusado cursó baja en la Guardia Civil en 2003. Oficialmente está jubilado por problemas psicológicos y, además, tiene antecedentes por homicidio doloso tras un incidente ocurrido años atrás cuando se encotnraba destinado en la provincia de Murcia.

Desde su detención ha estado encarcelado en Sevilla en un módulo especial para los cuerpos de seguridad, pero recientemente ha sido trasladado a un pabellón psiquiátrico para realizarle un exhaustivo estudio y darle un adecuado tratamiento para su patología.

El procesado tenía un tratamiento psiquiátrico que no cumplía desde 2006, y desde su defensa siempre se ha pedido que fuese ingresado en un centro de recuperación en lugar de en la cárcel.

En su declaración ante el juez instructor admitió los hechos y aseguró que había sentido un impulso incontrolable.

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