¡Qué prohíban las hemerotecas!

NO hay un problema de exceso de democracia sino de burocracia" pronunció con énfasis en la sesión de investidura el pasado día 4 de septiembre la entonces candidata a la presidencia de la Junta, Susana Díaz. La celebrada frase esbozada como elemento de lucha contra la corrupción tuvo después un añadido con el anuncio de su determinación de reducir los trámites burocráticos para la creación de empresas.

Pues igual para iniciar la cruzada puede pedirle consejo a un destacado miembro de su sanedrín, el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Luciano Alonso. En su época de delegado del Gobierno andaluz en Málaga, entre 1994-2004, una de las noticias más celebradas fue su decisión de alumbrar la ORU (Oficina de Respuesta Unificada). Con ella se buscaba simplificar y acortar los trámites a las sociedades a efectos de su legalización, altas, bajas, obtención de subvenciones. La presentaron el 18 de septiembre de 1998 en la sede del Instituto de la Mujer. En noviembre de ese mismo año 1998, salió un decreto sobre su constitución que al día de hoy no está derogado. La relación de puestos de trabajo nunca salió publicada. Así que a efectos legales sólo se publicó el puesto de Coordinación.

El 4 de diciembre, Manuel Chaves inauguró sus dependencias en la Delegación del Gobierno de la Junta en Málaga, adscrita a la Consejería de Gobernación. La factura de la copa de vino la abonó la Consejería de Economía, que dirigía Magdalena Álvarez. A raíz del caso de Málaga, la ORU se hizo extensible a otras provincias. Inicialmente la ORU estuvo constituida por un grupo de funcionarios, hasta un total de nueve, llamados informadores, y tres auxiliares administrativos y una coordinadora, que fue Pilar Oriente. Cada uno dependía de sus respectivas delegaciones provinciales. Como no salió la relación de puestos de trabajo, con el tiempo en la ventanilla única quedaron dos informadores y un coordinador. Pilar Oriente pasó al Instituto de La Mujer en diciembre de 2005. Meses antes la ORU quedó adscrita a la delegación de Innovación. Y aquella revolucionaria sede desapareció de la actualidad, después de los numerosos reportajes en los medios de comunicación para felicitarnos por la facilidad conque se creaban las empresas en Málaga. Tres lustros después la nueva presidenta quiere combatir la burocracia para crear empresas. ¡Qué malas son las hemerotecas!

Un testigo privilegiado que el pasado miércoles en el palco del Vicente Calderón asistía al partido inaugural de la Champiñon entre el Atlético de Madrid con el equipo ruso del Zenit se encontró con ellos. Allí estaban en conversación fraternal dos atléticos confesos. Tras la ruptura política, la reconciliación. Dos ex: José Antonio Griñán y Gaspar Zarrías.