Málaga

El mal olor provoca un nuevo desalojo en la Ciudad de la Justicia

  • El personal dejó el juzgado de detenidos tras percibir el hedor, que surgió de las tuberías de un aseo · Una autopsia provocó el primer desalojo hace una semana

El tema de los olores se está convirtiendo en el principal escollo para que la Ciudad de la Justicia arranque con normalidad y en casi una obsesión. Ayer por la mañana, el hedor que empezó a propagarse por el sótano hizo que el personal que estaba de guardia en el juzgado de detenidos, el de Instrucción número 5, decidiera regresar a su oficina habitual, en la primera planta del edificio. Lo primero que vino a la mente de casi todos fue la autopsia que hace sólo una semana obligó a desalojar el juzgado de incidencias porque el aire era irrespirable, aunque el problema de ayer fue una cañería de un cuarto de baño.

El tufo comenzó sobre las 10.00. A esa hora, un arquitecto del despacho de José Seguí, responsable del diseño de la Ciudad de la Justicia, y varios técnicos revisaban la conducción del aire del sótano, intervención derivada, precisamente, del episodio de mal olor vivido hace siete días. Fueron ellos quienes intentaron localizar de dónde partía, labor a la que se sumó el director del Instituto de Medicina Legal (IML), Antonio García de Gálvez. Comprobaron que el foco era la tubería de un aseo, pero el personal del juzgado de detenidos abandonó las instalaciones tras la decisión de su titular.

Los técnicos de las empresas que instalaron la climatización y el tratamiento de aire del nuevo edificio y de la empresa de mantenimiento realizarán hoy una prueba con humo para intentar averiguar si existe alguna fuga en los conductos del aire. Cuando la hagan, presentarán un informe completo a la delegada provincial de Justicia, Aurora Santos, que ya dispone de alguna información. De momento está descartado que haya alguna anomalía. Se ha comprobado que el montaje de las conducciones es correcto y que los niveles de renovación del aire son los adecuados, según la Delegación.

No obstante, los ensayos continúan porque hay algo que no funciona. El martes por la tarde, el mismo cadáver que hace una semana propagó el mal olor por todo el sótano -calificado entre el gremio como un pata negra porque era de una persona fallecida hacía dos semanas y estaba en avanzado estado de descomposición- volvió a difundir cierto hedor cuando era trasladado por un pasillo desde la cámara frigorífica hasta el garaje. Al parecer, los técnicos apagaron el sistema de aire y el mal olor cesó.

Desde el pasado 2 de enero, en las nuevas salas se han practicado 27 autopsias y sólo una ha expandido el olor a cadáver. Los forenses achacaron el incidente de hace una semana a un fallo en la ventilación de las instalaciones y criticaron a la delegada porque comentó que la necropsia no se había practicado en la sala adecuada. Mañana viernes hay prevista una reunión entre los forenses y el director general de los institutos de Medicina Legal de Andalucía, Alberto Jiménez Lirola.

Los sindicatos han denunciado los hechos ante la Oficina de Prevención de Riesgos Laborales. El Sindicato Profesional de Justicia (SPJ-USO) está pendiente de una reunión con la edil de Medio Ambiente de Málaga, Araceli González, porque ha solicitado al Ayuntamiento una inspección técnica de las salas de autopsias.

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