La creación del Parque Tecnológico de Andalucía en Málaga no fue fácil. Necesitó numerosos apoyos políticos y, además, se daba la circunstancia de que había una serie de beneficios fiscales para las empresas que se instalaran en el parque sevillano de Cartuja que no existían en Málaga, lo que lo hacía todo más complicado. Hubo movilización ciudadana, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga se unieron como socios y finalmente el PTA se inauguró en diciembre de 1992 en un enorme terreno en Campanillas en el que apenas había ocho empresas.

Intentar crear un Silicon Valley en Málaga podía salir bien o mal y, afortunadamente para la provincia, ha sido una historia de éxito. No está lógicamente al nivel de la gran tecnópolis norteamericana, que es el ejemplo claro de la innovación mundial, pero en su escala ha cogido un gran protagonismo nacional e internacional hasta el punto que acoge la sede española y la internacional de parques científicos con Felipe Romera y Luis Sanz a la cabeza respectivamente. Eso ha permitido que sea un espejo en el que se miran decenas de ciudades cada año para hacer proyectos similares.

Si alguien no está convencido de la revolución que ha supuesto el PTA para Málaga solo tiene que ver el erial que había en 1990 y la ciudad que es hoy, con 635 empresas asentadas, 17.776 trabajadores y una facturación agregada superior a los 1.750 millones de euros, en torno al 6% del Producto Interior Bruto provincial. Desde que abrió el PTA, la facturación total ha sumado más de 20.000 millones de euros, mientras que la inversión total en la construcción del parque, de sus edificios y de su equipamiento en los últimos 25 años ha sido de 807 millones de euros, de los cuales 628 millones, el 79,5%, han sido realizados por empresas privadas y 179,5 millones por las instituciones públicas, el 20,5%.

El crecimiento ha sido continuo incluso en los años de crisis y aunque ha habido derrumbes de empresas que fueron importantes en la tecnópolis como Vitelcom o Isofotón, se ha conseguido superar cada año con nuevas incorporaciones de todos los tamaños, desde grandes multinacionales como Oracle o Ericsson, hasta startups en las diferentes incubadoras existentes en el parque. En este entorno han nacido firmas que están siendo protagonistas a escala internacional como Aertec, AT4 Wireless (recientemente adquirida por la multinacional Dekra) o Airzone.