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Es un test para salir de dudas y se vende desde hace casi un año en las farmacias malagueñas: su uso fundamental es confirmar o descartar la paternidad, aunque también sirve para determinar otros parentescos. Cuesta 495 y ha sido inventado por un laboratorio granadino.

Las pruebas de paternidad llevan años haciéndose por cuestiones judiciales. Lo novedoso es que ahora se venda un kit en las boticas para que cualquier persona que tenga dudas sobre su paternidad se haga el test y remita luego las muestras a un laboratorio para su estudio genético.

"Es algo muy nuevo y poco solicitado, nosotros hemos vendido uno en nueve meses", apuntaba el farmacéutico Javier Nieto. En total, el laboratorio Lorgen que lo comercializa ha recibido desde que lo puso en el mercado hace casi un año 25 peticiones de Málaga. Según esta empresa, de toda España ha tenido 233 solicitudes. De éstas, en 162 casos era el padre y en 71 (30%), no.

Los farmacéuticos coinciden en la escasa demanda de este kit. A diferencia de determinados fármacos, de los que la botica debe tener una existencias mínimas, este producto no tiene que estar en stock. "Vendemos el kit por encargo", confirma José Luis Nestares, un criterio que se repite en todos los establecimientos. El propietario de una farmacia de la capital que prefirió mantener su anonimato dijo que conocía la existencia del test, pero que prefería no venderlo: "Porque eso es muy probable que acabe en un juzgado y no queremos tener problemas. Es meterse en un terreno muy espinoso". Antonio Jesús Rodríguez, que tiene su botica en el centro de Málaga, se preguntaba si el legal, sin autorización judicial, someter a alguien a esa prueba. Confesaba que no lo veía claro, pero que como no había tenido ninguna petición tampoco se lo había planteado mucho más.

Carmen Entrala, bióloga del laboratorio que ha creado el kit, aseguró que coger las muestras para la prueba no es ilegal: "Las muestras obtenidas sin el consentimiento no tienen validez judicial, pero nada impide hacerlo. Un padre tiene derecho a saber aunque la madre no quiera..."

El kit trae, además de las instrucciones que deben seguirse al pie de la letra, tres objetos similares a las paletas de madera que utilizan los médicos para ver la garganta. Con ellos se obtienen células de la cara interna de la boca. Con una se recogen las del padre, con otras las de la madre y con la tercera, la del hijo. La prueba es fiable aún en el caso en el que el laboratorio no cuente con las muestras de la madre, bien porque el padre las haya recogido a escondidas o porque ésta se niegue a hacérsela. El kit se devuelve luego a la farmacia para que lo envíe al laboratorio o se remite directamente a éste. A la semana, la persona interesada obtiene el resultado. El precio incluye todo el proceso.

Aunque el caso típico para el que se usa es el de un hombre que duda de su paternidad, hay otras situaciones. Lorgen ha recibido pedidos de hijos extramatrimoniales que tenían que demostrar esa relación para cobrar una herencia o de madres que habían tenido relaciones a la vez con dos hombres y querían saber de quién era el niño. También se usa para hacer el perfil genético de hijos adoptados porque en caso de accidente en el que queden irreconocibles -como ocurrió en el de Barajas- no hay familiares biológicos para comparar e identificarlos.