En la mañana de este pasado lunes, el puerto de Málaga amaneció con una intensa actividad en sus muelles. Atracados en la terminal de contenedores, el buque cochero Neptune Odyssey descargaba vehículos, mientras que el portacontenedor liberiano Northern Prelude realizaba una operativa con contenedores.

Además, ya con el Ciudad Autónoma Melilla amarrado y a la espera de la llegada nocturna del Hypatia de Alejandría (los ferris que realizan la línea melillense), los muelles seis y siete mostraban también un significativo movimiento. Descargando maíz, el granelero de 189 metros Star Hyperion compartía muelle, en concreto el seis, con el buque de bandera holandesa Ijsseldijk que embarcaba dolomita, completando el cuadro portuario el bulk carrier Western Boheme que, en el muelle siete, cargaba clínker con destino a la localidad colombiana de Barranquilla.

Y aunque antes del mediodía de este pasado lunes dos de los barcos mencionados, en concreto el cochero y el portacontenedores dejaban las aguas malacitanas, la llegada por la tarde del buque tanque Stolt Zulu completada un muy buen día portuario; una jornada que constituye una de las de más mayor intensidad en lo que llevamos de año.

Ante la circunstancia de este multitudinario encuentro de barcos en un mismo día, todo apunta a que la actividad portuaria malacitana continúa con su lento camino hacia la normalidad; una ruta que pasa por mantener los habituales tráficos de mercancías a la espera de la ansiada llegada de los cruceros.

Y si el primer trimestre de 2021 se saldaba con unas cifras al alza; se movilizaban un total de 857.813 toneladas, un aumento del 14,7% con respecto al mismo periodo de tiempo de 2020, el recién finalizado abril también ha seguido la misma tónica.

Introducida en este pasado mes la exportación de transformadores que no había estado presente entre enero y marzo, los graneles sólidos agroalimentarios y minerales, los líquidos y el tráfico de contenedores y coches, además de las reparaciones de buques, parece que retoman una cadencia que se había perdido debido de la pandemia.

Frente a esta realidad donde habría que destacar la continuidad de la exportación de nitrato amónico; un tráfico iniciado en marzo de 2020 y que asentado parece que se mantendrá hasta junio, el recién iniciado mes de mayo apunta una paulatina vuelta a la normalidad; una actividad portuaria en la que siguen faltando los buques de crucero.

Más información sobre marítimas en El blog de Juan Carlos Cilveti: La mar de historias.