Superado el estado de hibernación laboral que supuso la aprobación del real decreto ley de 29 de marzo que prohibía a los trabajadores de actividades no esenciales realizar su trabajo, el puerto de Málaga, tras unos días con unos muy reducidos movimientos, toma aire a muy buen ritmo.

Sin haberse visto afectada por este temporal estado de letargo, desde el pasado 1 de abril, la terminal de contenedores ha gestionado, hasta fecha de ayer, un total de 12 escalas; unos atraques cumplimentados por 11 buques diferentes donde se incluyen las dos líneas regulares que realizan las compañías MSC (Wec Lines) y Hapag-Lloyd.

Pero con independencia de estos buenos números y con el dato negativo que supone la cancelación, desde que se decretó la alerta nacional, de los tráficos de buques cocheros, los muelles destinados a los graneles han vuelto a tener una intensa actividad. Gestionados en los diez primeros días de abril tan solo dos operativas con este tipo de carga; en concreto una de líquidos y otra de sólidos, este fin de semana el puerto se ha llenado de barcos.

Amarrado en el muelle número seis, el sábado llegaba el buque Nordanhaw que, con destino a la capital gambiana de Banjul iniciaba una carga de 10.800 toneladas de cemento. Atracado también ese día, aunque la operativa comenzó ayer, el bulk carrier Tanais Flyer está cumplimentando en el muelle siete la descarga de 27.000 toneladas de trigo procedente de Polonia; una labor que según ha podido saber Málaga Hoy se prolongará como mínimo hasta el jueves.

Completando esta nómina de barcos en activo, el buque abanderado en Antigua y Barbuda Catania que llegó el domingo, comenzaba ayer la carga de 2.000 toneladas de habas con destino al puerto de Oristano en la isla de Cerdeña.

Con esta actividad que supera a la que el puerto malacitano ha vivido en muchas jornadas en lo que llevamos de año antes de que se iniciara la crisis por el coranvirus, a estos trabajos a pie de muelle se les sumaba ayer operativa del buque tanque Bomar Haumea que, atracado en el muelle de levante junto al averiado Bomar Vesta, realizará en los próximos días el transvase de la carga de aceite que este lleva a su bordo. Y aunque la normalidad portuaria no volverá a su ser hasta que no se levante el estado de alerta, la actividad tras el parón de estos últimos días parece que, aunque algo atenuada, se mantendrá, durante las próximas semanas.

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