Málaga

El mercadillo navideño de Málaga, más de veinte años de historia

Puesto navideño del Paseo del Parque

Puesto navideño del Paseo del Parque / Javier Albiñana

Estas navidades el mercadillo navideño del Paseo del Parque acompaña las festividades de los malagueños una vez más, algo que lleva haciendo más de 20 años. Un lugar donde poder encontrar los regalos más curiosos, desde un reloj tallado en un disco de vinilo hasta un champú ecológico para mascotas, pasando por una variedad sin límites de adornos artesanales que harán que su belén sea único. Aunque con el paso del tiempo ha ido cambiando de localización, siempre ha estado presente en estas fechas, y detrás de cada uno de sus puestos se esconde una historia.

Un tumulto de luces de colores y un autobús rojo iluminado a modo de photocall dan la bienvenida a los viandantes. Un aire cargado de sonidos y de olores envuelven a la gente al pasar; niños estrellando bombetas contra el suelo, buñuelos, gofres y algodón de azúcar. Los primeros puestos despiertan hasta el más dormido de los paladares, con tentaciones cubiertas de caramelo líquido, garrapiñadas, golosinas y piruletas rojas que reflejan el destello de la iluminación.

A unos pasos de la entrada improvisada se encuentra el puesto de Ramón, un feriante que lleva más de 25 años acudiendo sin falta a este mercadillo navideño, que, según cuenta, años atrás "estaba situado en la Alameda, y antes de eso en la Plaza de la Merced". Juguetes, pirotecnia, artículos de broma, panderetas, adornos; hay donde elegir, pero el feriante afirma que con diferencia lo que más se vende son las zambombas, las bombetas y la primavera, que es el nombre cariñoso con el que ha apodado a los excrementos de pega que se extienden en su expositor en todos los tamaños y colores. En cuanto a las ventas, para Ramón han evolucionado favorablemente, gracias "al alumbrado y a Sabor a Málaga, que atraen a mucha gente de fuera".

Un poco más adelante está el puesto de Antonio y Conchi, el único sitio de la ciudad donde poder adquirir dos piezas muy malagueñas para el belén: el biznaguero y el cenachero. Con más de 20 años en el negocio, son los dueños de Artesanía Belenista Judea, cuyas piezas según comenta Conchi, "son totalmente artesanales, hechas de barro y tela prensada". Conchi es también la responsable de crear los coloridos trajes de pastora que cuelgan del techo.

Pasados los puestos de adornos navideños y figuritas para el belén, el mercadillo se transforma y pasa a ser un desfile constante de artículos artesanales; ropa, bolsos, sombreros, bisutería y mucho más. En una de las primeras casetas se encuentra Ludmila con los productos de su tienda online Brujas, donde vende cosmética natural, sólida y vegana, con ingredientes 100% ecológicos. "Lo que mejor se está vendiendo este año son los champús, acondicionadores, bálsamos labiales, cremas corporales y productos para la higiene canina", ha afirma Ludmila. 

Para aquellos que son un desastre con las plantas, Nacho Colombo tiene la solución. Su iniciativa Ecodecs, apoyada por la UMA, pretende "llevar la naturaleza a cualquier espacio del hogar" a través de terrarios autosuficientes. Consisten en urnas de cristal con plantas y un ecosistema en miniatura en su interior, que no necesita mantenimiento a corto plazo. De esta forma, Colombo explica que "la genta podrá tener plantas en casa sin tener preocuparse por ellas constantemente".

Rodolfo es otro de los veteranos; 25 son los años que lleva fabricando incienso. Su tenderete ofrece una variedad multicolor de amuletos, llaveros, aceites naturales, fragancias y bisutería hecha a mano por su mujer. Pero lo que más abunda es el incienso, de todos los colores y olores, aunque "los más populares son el sándalo, la canela y el jazmín". Rodolfo lamenta que desde la pandemia "las ventas han pegado una bajón. Entre otras razones lo que influye es el aumento de la oferta. Ahora hay muchos más mercadillos, en el Muelle Uno, en el Soho, en la Plaza de la Merced. Las ventas se reparten y todos vendemos menos".

Los amantes de los libros tendrán que esperarse hasta el final del mercadillo, donde se encuentra Nati, en representación de la librería Ramón Urbano de Granada. En el puesto de Nati, que no se pierde ni una Feria del libro, hay un amplio despliegue de literatura infantil y juvenil, además de novelas negras y clásicos, todo a precios bajos al ser en su mayoría ediciones descatalogadas. 

Los comerciantes exigen mayor implicación del Ayuntamiento

A pesar de resistir año tras año, el participar en el mercadillo es algo que supone un alto coste para los comerciantes que acuden cada Navidad, y que en numerables ocasiones no se ve compensado por las ventas que puedan realizar. Por ello muchos de estos pequeños empresarios, como Ana, que tiene un puesto de camisetas, mochilas y otros artículos, piden "un mayor apoyo del alcalde y del Ayuntamiento".

"Hemos intentado llegar a un acuerdo, pero el hecho de que no exista ninguna asociación que nos agrupe a todos complica más la posibilidad de plantear las sugerencias que tenemos al Ayuntamiento", explica Ana. "Nos gustaría que se llevaran a cabo ciertas mejoras, como la instalación de baños públicos, mayor publicidad y visibilidad, y la existencia de algún tipo de ayuda o financiación económica", afirma la malagueña.

Según han afirmado fuentes municipales, el Ayuntamiento de Málaga ayuda a estos comerciantes cada año. En concreto, se les realizó una concesión de suelo público para que pudieran realizar su actividad comercial y se les bonificaron las tasas en 2022 y en 2023 en un 10% por ocupación de vía pública con el objetivo de aligerar sus costes. Además, el Ayuntamiento, como novedad este año, ha invertido más de 20.000 euros en el acondicionamiento de esta zona, incluyendo una iluminación navideña por un importe de 13.788,34, para animar las ventas y crear un espacio llamativo e identificable. A todo esto se suma el hecho de que durante la pandemia, el Consistorio incluyó a estos comerciantes entre los que podían beneficiarse de ayudas Covid a la venta ambulante, dadas las restricciones que afectaban a los comercios.

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