Transporte

Ponen otros dos puntos de recarga para vehículos eléctricos en Málaga Tech Park

  • Los trabajadores del parque tecnológico ya tienen a su disposición seis estaciones gratuitas

Las dos nuevas estaciones de recarga junto a Premo

Las dos nuevas estaciones de recarga junto a Premo

Cada vez hay más vehículos eléctricos en las calles -sobre todo híbridos porque los 100% eléctricos tienen todavía menos demanda- y ya no es tan raro ver algún coche en la calle enchufado a la corriente. Es el presente pero, sobre todo, el futuro a corto y medio plazo.

Hay postes en aparcamientos públicos, privados, en centros comerciales e incluso en empresas. En este sentido, Málaga Tech Park se está poniendo las pilas y han anunciado que han instalado dos puntos más de recarga que se sumarán a los cuatro que ya había, por lo que los usuarios de vehículos eléctricos que vayan al parque tecnológico tendrán ahora seis estaciones de recarga.

Desde Málaga Tech Park se hace hincapié en dos cosas. La primera es que estas estaciones son gratuitas y libres para los trabajadores del parque, algo que no es baladí teniendo en cuenta el alto precio de la luz. En segundo lugar destacan que estos dos nuevos puntos han sido posibles gracias a la colaboración del grupo Premo, que ha cedido las marquesinas de los aparcamientos anexos a su edificio. 

Este proyecto "pone en marcha la ampliación de la instalación de energías renovables (fotovoltaica) de 70kW a 170kW en su sede de Málaga TechPark para autoconsumo con excedente y recarga directa de vehículos eléctricos mediante energía verde", han explicado desde la tecnópolis, que también ha precisado que "esta iniciativa se enmarca dentro de las acciones llevadas a cabo en el parque dentro del programa eCityMálaga, que se encuentra en fase de puesta en marcha de las líneas estratégicas". En estos momentos hay 48 empresas adheridas, entre las que se encuentra Grupo Premo.

Desde Premo señalan que continúan con el desarrollo de proyectos de energía verde (fotovoltaica) y de eficiencia energética de los edificios, así como el uso de materiales reciclados (plásticos, cobre y ferrita) que le permitirán  cumplir su objetivo de ser climáticamente neutro en 2030 y en toda la cadena de valor en 2050.

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