La estatua del Marqués de Larios es, pese a su ubicación estratégica, una de las grandes olvidadas porque, directamente, casi nadie le presta atención. Está en una rotonda rodeada de vehículos y no suele ser un sitio de parada obligatoria para los turistas pese a ser obra de Mariano Benlliure. Eso va a cambiar porque la remodelación de la Alameda Principal le va a dar un nuevo protagonismo y, entre otras cosas, va a estar en un entorno peatonalizado para disfrute ciudadano.

La obra escultórica va a ser además objeto de un buen lavado de cara y de un profundo estudio. Pasará de sufrir el humo que sale del aparcamiento de la plaza de la Marina a mirar hacia la calle a la que da nombre y que es la principal arteria de Málaga. ¿Qué se va a hacer con la estatua del Marqués de Larios? La Gerencia de Urbanismo, en su proyecto de reordenación del espacio de la Alameda, asegura que "está situada actualmente en un punto que no permite una adecuada contemplación" y propone "la reubicación y restauración del monumento, de cara a su dignificación, en un punto alineado con las visuales desde el eje de la calle Larios, permitiendo su contemplación a lo largo de la calle y la acera peatonal norte, rodeada de un perímetro de un material continuo abujardado y diferenciado". Se elimina, además, la rotonda, porque el tráfico discurre por el eje central.

El Ayuntamiento lo quiere girar hacia su calle y la fundación Benlliure no lo acepta

El trabajo de restauración será amplio pues, según indican en el documento, "la conservación comienza por la valoración de todos los aspectos -formales, estilísticos, funcionales, iconográficos, estructurales, técnicos y materiales- intrínsecos a su carácter específico como bien cultural". Falta le hace porque el conjunto escultórico ha sufrido, además del humo de los coches, falta de mantenimiento, fue arrojado al mar durante unos disturbios en 1931 y está cerca del puerto.

Se va a realizar una amplia investigación histórica y artística de la obra; se identificarán cuáles han sido las técnicas y materiales utilizadas en su ejecución; un estudio gráfico de los aspectos formales, compositivos y estructurales del conjunto para analizar qué deterioro tiene y qué lo ha provocado; se le van a realizar fotografías con luz normal y con luz rasante para analizar su actual estado de conservación y ver en qué zonas puede haber desprendimientos o falta de adhesividad entre las capas; se plantean macrofotografías para definir con mayor exactitud los daños de origen mecánico, físico-químico y biológico; se realizarán dibujos que permitan ofrecer todas las características y circunstancias especiales de la obra; y se analizará la presencia de erosiones, fisuras, oxidaciones y hasta salpicaduras de agua.

"Tras todo este periodo de estudio y análisis, se realizará la definición de los criterios generales de actuación y metodología del trabajo. La intervención requerirá el trabajo en taller, con el consiguiente desmontaje del conjunto, valorándose en este proceso la conveniencia de restituir elementos perdidos del conjunto inicial y, en su caso, el modo y material de su ejecución", resaltan desde Urbanismo.

Cuando esté como un pincel, se cambiará su ubicación y se le pondrá mirando a calle Larios para, según Urbanismo, "desvincular el conjunto del eje del tráfico, recuperar un ámbito de respeto incluyendo un vallado, o restaurar el monumento con su basa y pedestal originalmente proyectados". No obstante, no ha recibido todos los parabienes. La fundación Mariano Benlliure, cuya vicepresidenta es biznieta del escultor, se opone a que el Marqués mire hacia calle Larios porque, según afirman, "contradice" el proyecto original, que defendía la orientación actual mirando hacia la Alameda Principal.