El radar de Torrox 'caza' a más de 41.000 conductores

El radar de tramo instalado por la Dirección General de Tráfico justo antes del túnel de Torrox ha cazado en los primeros 11 meses del año a más de 41.000 conductores, según revelan los datos aportados por la Subdelegación del Gobierno a Málaga Hoy. El dato, no obstante, supone apenas el 1,86% de los más de 2,2 millones de vehículos que han sido controlados en este tramo de la Autovía del Mediterráneo y en este periodo del año.

De acuerdo con la información oficial, que recaba directamente el centro de sanciones instalado en León, los meses en los que mayor número de infractores se contabilizan corresponden al periodo estival, con julio y agosto como principales exponentes. En el primero de los casos, fueron 6.113 los usuarios que excedieron la velocidad permitida en el citado tramo, situada en 100 kilómetros por hora, mientras que en agosto fueron 5.815. Unos datos que supusieron algo más del 2% de la circulación total controlada, en los que se nota el movimiento propio de las vacaciones estivales. Porcentualmente, el mes con más conductores afectados fue enero, con el 3,6%.

Todas estas irregularidades al volante no se han traducido necesariamente en multa por parte de Tráfico, ya que el organismo estatal no puso en marcha el mecanismo sancionador hasta marzo, dejando los dos primeros meses de 2011 como periodo para que los conductores se acostumbrasen a la existencia del citado cinemómetro.

De hecho, el aparato no sólo funcionó con absoluta normalidad en enero y febrero, sino que además desde la DGT se remitió a los presuntos infractores la información con la irregularidad cometida, para que tomasen conciencia de que esa acción hubiese supuesto una multa económica y la correspondiente pérdida de puntos.

El de Torrox fue el segundo radar de tramo instalado en España, al tiempo que empezaba a operar otro en el túnel de Guadarrama, en la AP-6 entre Madrid y Segovia. A estos se añadió a principios de diciembre otro cinemómetro en los túneles de Guadarrama, en un tramo de 8 kilómetros y una velocidad limitada a 100 kilómetros por hora, que no comenzará a sancionar hasta el 9 de enero. Y próximamente funcionarán otros dos en Sartego (La Coruña) y en la circunvalación de Zaragoza.

Este dispositivo no funciona como un radar convencional, sino que mediante cámaras toma una primera imagen del vehículo cuando entra en el túnel y, una segunda, al salir, calculando exactamente el tiempo que ha utilizado en atravesar los algo más de 1,1 kilómetros de longitud que tiene. La toma de datos culmina con una conclusión clara: la velocidad media empleada. Y si la misma está por encima de los 100 kilómetros por hora marcados como límite, multa.

Los usuarios que habitualmente transitan por la zona deben tener en cuenta que, conforme a estos parámetros de velocidad, recorrer la longitud total del túnel supone unos 40 segundos, bajando a 33 segundos si se pisa en exceso el acelerador y se alcanzan los 120 de media. Los datos registrados por el sistema, así como las instantáneas que se tomen, son enviados de manera inmediata al centro de gestión de multas de tráfico de León. La particularidad del dispositivo es que de nada sirve cambiarse de carril, ya que los sensores están interconectados y funcionan de día y de noche mediante una iluminación por láser invisible al ojo humano. Tampoco vale para nada frenar antes de la cámara del final del tramo controlado, ya que el dispositivo calcula la velocidad media.

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