"Las ratas son cada vez más resistentes y difíciles de matar", advierten los veterinarios de Málaga y expertos en salud pública
La menor concentración de veneno permitida y la evolución genética de estos roedores favorecen su presencia en las grandes ciudades
El PSOE exige un plan urgente contra la plaga de ratas en Málaga: "Es un problema que afecta a toda la ciudad"
La rata común (Rattus norvegicus) ha ganado presencia en grandes ciudades como Málaga, que registra en sus barrios continuos avisos por parte de vecinos. Su proliferación empieza a ser notable, desde que hace unos años, según apuntan expertos, se haya disminuido la "concentración de veneno" para eliminarlas. Ahora, estos roedores, conocidos por ser grandes transmisores de enfermedades, sobreviven más y se ven cada vez más, no solo por la menor ingesta de rodenticidas, sino también por la "evolución genética" que han experimentado algunos especímenes.
"Hemos notado una mayor alerta en la ciudad de Málaga. Las ratas malagueñas se están haciendo resistentes y lo hacen desde componentes genéticos, que son una realidad, como se ve en sus nuevas generaciones. Hay una menor efectividad de los rodenticidas, como consecuencia de la menor concentración del producto que establecen las restricciones de la normativa europea y por ello mueren menos", explica Juan Antonio de Luque, presidente del Colegio de Veterinarios de Málaga.
El hecho de encontrar "refugio y fácil acceso a alimentos", ya sea en edificios o en las mismas calles, donde se dejan abiertos cubos de basura o se encuentran restos de comida en el suelo, alienta a que estos animales aumenten en número y elijan las áreas urbanas como hogar: "La rata tiene una fuente de alimento continuo con el tema del alcantarillado y de los desperdicios", aclara De Luque, quien inicide en que cubren esta necesidad también debido a las colonias de gatos que hay en la ciudad y ascienden a "más de doscientas". "Han encontrado alimento fiable. Se han visto vídeos de como éstas comen junto a los gatos".
Añade que este se suma a otros factores, como pueden ser "las obras del metro", que podrían "influir" ya que se "introducen en su propio hábitat". Por ello, el experto llama a actuar para "disminuir el número de ellas al mínimo posible", pese a que "no se puedan erradicar". Sobre todo, para evitar la presencia de estos "grandes transmisores de enfermedades como la salmonelosis, la leptospirosis, etcétera" para lo que ya "se hacen inspecciones veterinarias", y se podrían "tomar medidas adicionales" con "horarios de determinados" para dar de comer a los gatos sin que haya tantas ratas; con otros tipos de trampas; refuerzo de lo que se está haciendo o desde proyectos de investigación.
Ratas, un problema de salud pública
Junto a él, el presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla), Sergio Monge, coincide en su inquietud ante la proliferación de estos roedores y mantiene desde su entidad que el uso de este veneno no parece ser suficiente, tanto para los profesionales del control de plagas, como para no especializados, el público en general o para los agricultores y ganaderos, quienes "pierden parte de sus cosechas y animales": "Cuando se hace una campaña de desratización ellas sobreviven, la rata se va a seguir reproduciendo y va a transmitir su resistencia a toda su descendencia. No tenemos demasiadas herramientas distintas para poder combatirlas y es un problema que se nos avecina en muy pocos años".
Por contra, aunque advierte de que "éstas están creciendo, así como los avisos de los ciudadanos" a los ayuntamientos y a sus empresas, también admite que puede vincularse a una "mayor sensibilización" en la actualidad. Aunque "todo parece indicar que en Málaga, en el resto de España y en muchos países de Europa hay más ratas porque hay menos métodos para poder eliminarlas y condiciones más favorables para su desarrollo".
Esto se suma también a los efectos del cambio climático en Málaga, con el aumento del calor y que "está afectando muy significativamente a la proliferación de muchas especies, entre ellas las ratas", según comenta Monge, de forma contraria a De Luque, quien considera que "no se ha establecido aún una relación directa entre estos" y reseña que la rata "ha estado siempre en Málaga", independientemente de ello.
Por otro lado, ambos expertos coinciden en la "preocupación" que existe desde el pundo de vista desde la salud pública al ser "potenciales transmisores de enfermedades, entre ellas algunas muy graves", según insiste Monge, quien recalca que las ratas "se mueven siempre entre basura y alcantarillados" hasta contaminar los alimentos y provocar patologías gatrointestinales u otros virus más peligrosos.
"Afortunadamente en España no tenemos casos de hantavirus, pero en el norte de Europa sí que se están dando con bastante frecuencia y hay otras enfermedades que afortunadamente están erradicadas en Europa, no en todo el mundo, como pueda ser la peste negra, que redujo la población europea a la mitad en durante la Edad Media. No creo que se lleguen a dar y no hay que alarmarse, pero hay que estar vigilante y no bajar la guardia", apunta el presidente de Anecpla.
Más actuación e impacto económico
Con ello, y como métodos de actuación, recalca el punto de vista de la ciudadanía y pide "ponérselo difícil" a las ratas con medidas sencillas como mantener los contenedores cerrados y limpios, usar las papeleras. Así como, cuidar las viviendas y oficinas para que tampoco entren para refugiarse, ya que se sienten "más a gusto" con "temperaturas suaves" y el hecho de pasar frío "puede provocarles estrés en sus poblaciones".
En el caso de persistir su presencia, Monge sí recomienda pensar en estas "campañas de desratización" con trampas o "como último recurso" el uso de rodenticidas, permitidos por la Unión Europea solamente cuando se sabe que la rata está en un determinado lugar y no de forma preventiva por "su problemática ambiental", y toxicidad para humanos y mascotas. Algo que, por otra parte, puede tener "una influencia muy importante en la aparición de tantos focos, al actuar con retraso".
A causa de esta dificultad para controlarlas, según detalla Monge, los ayuntamientos seguramente tengan que dedicar partidas económicas "que vayan en aumento porque con lo que se está haciendo ahora parece no ser suficiente". Más aún si se tienen en cuenta "daños" en estructuras de edificios, en la agricultura y en la salud. "Málaga junto con otras grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla o Vigo, está bastante afectada", resalta.
Málaga, ante el incremento de avisos por estas plagas de ratas, formalizó el pasado julio un contrato con Lokimica, S.A. por un importe de 904.035 euros (IVA incluido) y un periodo de ejecución de tres años. Todo ello, tras estar dos veranos "en servicios mínimos" por la caída del anterior contrato por quiebre de la empresa. Este nuevo servicio duplica el coste para el Ayuntamiento, pero también los recursos humanos y técnicos destinados en la actualidad. Por tanto, el importe anual previsto es de 301.345 euros, frente a la partida anual de 183.413,9 euros destinada a los contratos ordinarios vigentes (143.472,9 euros anuales son para el servicio de control de plagas). Los servicios contemplan la aplicación de tres controles anuales de desratización mediante instalación de cebos en zonas públicas, incluyendo las calles, parques y jardines de todos los barrios y de los parques empresariales. Además, del refuerzo de controles en las principales zonas verdes de todos los distritos con al menos una actuación al mes en cada una y de vigilancia en el subsuelo con la instalación de cebos en la red de alcantarillado.
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