La reactivación económica apenas reduce el paro juvenil

La reactivación económica apenas está consiguiendo reducir uno de los mayores problemas de la economía malagueña: el paro juvenil. La tasa de paro entre los jóvenes de 16 a 24 años en el primer trimestre de 2017 en la provincia era del 56,7%, es decir, más de la mitad de las personas en esta franja de edad, independientemente de que tengan o no estudios, no cuenta con un puesto de trabajo. Esta cifra, aportada a este diario por el Instituto Nacional de Estadística (INE), es 30 puntos superior a la media provincial -la tasa de paro en Málaga es del 26,2% en marzo- y una de las más altas de Europa.

La evolución de la tasa no invita a un especial optimismo, pese a que tanto la Encuesta de Población Activa elaborada por el INE como los datos de paro registrado del Ministerio de Empleo destacan fuertes caídas interanuales en el número global de desempleados en la provincia. Málaga es una de las provincias que más crece en Andalucía y España, con un Producto Interior Bruto superior al 3% y, sin embargo, los jóvenes siguen encontrando numerosos problemas para subirse al carro laboral. Es cierto que la tasa de paro juvenil hace un año era ocho puntos superior -63,7%-, pero también cabe señalar que se ha estado en niveles más bajos al actual en años anteriores en los que la crisis estaba apretando aún con dureza. Por ejemplo, en diciembre de 2014 la tasa de paro juvenil fue del 48,8% y en el segundo semestre de 2015 se llegó hasta el 46%, un volumen desmesurado para una provincia que intenta medrar pero que, al menos, daba cierta tranquilidad al compararlo con el 70,9% de paro juvenil que se alcanzó en el primer trimestre de 2013. Ahora, por tanto, se está diez puntos peor que a finales de 2015, por lo que no hay motivo alguno para lanzar las campanas al vuelo.

El dato de paro registrado correspondiente al mes de abril, publicado este pasado jueves, indicaba que en Málaga hay en estos momentos 13.155 parados menores de 25 años, de los cuales 6.742 son hombres y 6.413 son mujeres. Eran mil personas menos que en marzo, un descenso digno de mención pero hay que tener en cuenta que en el resto de edades el paro disminuyó en 6.410 personas, seis veces más que entre los más jóvenes. Si se hace la comparativa interanual, el paro en menores de 25 años cayó en 4.376 personas, mientras que en el resto de edades lo hizo en 16.655, cuatro veces más.

Ese índice de paro se refleja, por ejemplo, en su capacidad económica. Trabajan pocos jóvenes y los que lo hacen tienen salarios bastante reducidos, fruto normalmente de contratos temporales y de muy corta duración, siendo incluso de horas o días. Según los últimos datos de la Agencia Tributaria, correspondientes a 2015, en la provincia de Málaga había 59.390 asalariados de entre 18 y 25 años que declararon un ingreso medio anual de 5.133 euros.

A unos les cuesta encontrar un empleo y otros que ya tienen un puesto de trabajo pugnan por conseguir otro. En muchos casos es por necesidad por el escaso salario del inicial. Según datos del INE, el 9,1% del total de ocupados en Málaga, lo que representa unas 51.400 personas, tienen un empleo y están buscando otro. El máximo en los últimos cinco años se alcanzó en el primer trimestre de 2013 con un 10,8%.