'La realidad invisible', un acercamiento desde el "pellizco emocional" a la lucha del colectivo

En diciembre se ha presentado La realidad invisible, el libro con el que Antonio Guerrero ha querido reflejar "el trabajo y la constancia que hemos llevado con los poderes públicos y la sociedad desde el punto de vista humano". Dice Guerrero que "estos niños necesitaban un marco legal y nos hemos movido para hacerlo" y lo que cuenta al lector es la lucha para "convencer al interlocutor, que es el político, para que en lugar de que esté frente a ti se posicione a tu lado, eso es lo que más ha costado". A pesar de ser una minoría, Guerrero apunta que su colectivo es muy grande, lo forman unas 400.000 personas, y "queríamos participar en nuestra propia gobernabilidad, en la elaboración de leyes, y eso es lo que hemos hecho, implicarnos". El libro también saca a la luz esa realidad, esos pequeños dramas diarios de las familias, con nombres y apellidos. "Desde el pellizco emocional se mete de lleno al lector dentro del subconjunto de la discapacidad e intentamos sensibilizarlo", comenta Antonio Guerrero. Y subraya que "aunque a estos niños hay que tratarlos desde la salud y hay casos en los que hay que hablar de enfermedades, mayoritariamente no son enfermos, sino que tienen una estructura mental o genética diferente y eso le da una serie de limitaciones o valores añadidos, aunque siempre a cambio de otra cosa", dice. El libro también habla del acoso escolar y de la identidad sexual, dos temas que preocupan entre las familias de estos menores.

Antonio y Katy tienen un nieto con trastorno específico del lenguaje que con 18 meses inició su tratamiento en atención temprana. "Esto no lo hacemos por él, porque ha recibido todos los recursos necesarios, lo hacemos porque vimos las carencias", aseguran. Los dos, ya prejubilados, están volcados en cuerpo y alma con este proyecto. Y tienen en las redes y en sus cuatro millones de alcance su gran aliado.